Las preguntas sobre la procedencia o etnia de una persona pueden ser muy incómodas y pueden no tener la respuesta que esperas. Esto pasa mucho con las personas asiáticas, que quizás no pongan impedimento a que les preguntes algo, pero puede no ser muy acertado.
Preguntar de dónde es una persona no tiene por qué ser nada violento, lo que sí puede resultar algo incómodo es que te digan un país que a ti no te suene y le preguntes que de dónde es de verdad. Pueden ofenderse y con toda la razón.
Otra pregunta muy común es la de si es adoptado. ¿Cómo te sentaría que te lo preguntaran a ti? Quizás no te ofenderías, pero puede parecer una forma de racismo y se te puede malinterpretar.
¿Por qué tus ojos son rasgados? ¿Y por qué los tuyos no? Eso es lo más especial del ser humano, ser diferentes y que haya características específicas que te distingan del resto. No preguntes eso, existen diferentes tipos de ojos dentro de la comunidad asiática, no tienen por qué tener los ojos iguales.
Es verdad que los asiáticos son personas muy inteligentes, pero no le preguntes si es bueno en matemáticas, física o cálculo, quizás se le dé mal. No todas las personas tienen que tener un control absoluto sobre esta materia.
Es cierto que en ciertos países asiáticos comen carne de perro y de gato, pero tampoco todo el mundo lo hace. No es de buen gusto que preguntes eso, quizás a ellos les parezca raro que tú comas carne de vaca, por poner un ejemplo.
Tampoco está bien que preguntes si sus padres son dueños de algún bazar o restaurante. Si deciden crear esa forma de negocio, es porque les va bien, ¡no seas cotilla, puede sentarle muy mal la pregunta!
¿Te has atrevido a preguntarle algunas de estas cuestiones a alguien asiático? ¿Crees que son inoportunas? ¡Comparte con tus amigos estas preguntas que no debes hacer! Imagen de portada: Warner Bros