El término "superbacteria" hace referencia a cepas de bacterias que son resistentes a la mayoría de los antibióticos que se usan comúnmente en la actualidad.
La resistencia a los antibióticos es un fenómeno que ocurre naturalmente. Puede reducirse, pero no eliminarse. Con el paso del tiempo, las bacterias se adaptan a los medicamentos diseñados para matarlas y cambian para garantizar su supervivencia. Por esta razón, los tratamientos estándar para las infecciones bacterianas anteriores son menos eficaces y, en algunos casos, inútiles.
Las superbacterias actualmente acaban con la vida de unas 700.000 personas cada año, y no solo eso, un estudio reciente sugiere que esta cantidad podría aumentar a los 10 millones para el año 2050.
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Además de la superbacteria más común de los hospitales, el estafilococo áureo (resistente a la meticilina), a los científicos también les preocupa que la gonorrea esté a punto de volverse resistente a todos los medicamentos que tenemos a nuestra disposición.
Afortunadamente Shu Lam, una estudiante 25 años de la Universidad de Melbourne, Australia, ha desarrollado un polímero en forma de estrella que puede matar 6 variedades de superbacterias sin utilizar antibióticos, simplemente rompiendo sus paredes celulares.
Este nuevo proceso solo se ha probado en el laboratorio y en ratones, pero podría ofrecer una solución al problema de las bacterias resistentes a los antibióticos.
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"Descubrimos que los polímeros atacan a las bacterias y las matan de múltiples maneras. Uno de estos métodos es rompiendo la pared celular, lo que crea tal cantidad de estrés en las bacterias que estas comienzan a matarse a sí mismas", contaba Lam.
La investigación ha sido publicada en Nature Microbiology, y ha sido considerada por los expertos en este campo como "un avance que podría cambiar la medicina moderna".
Todavía es muy pronto para dejarnos llevar por la euforia. Hasta ahora, Lam solo ha probado sus polímeros en 6 cepas de superbacterias en el laboratorio y en ratones vivos, aunque es cierto que en todos los experimentos se han obtenido resultados favorables y las superbacterias no parecen desarrollar resistencia a los polímeros con el paso de las generaciones.
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De esta manera, la solución a una de nuestras mayores preocupaciones del futuro podrían ser los polímeros peptídicos antimicrobianos estructuralmente modificados mediante nanoingeniería, los cuales funcionan penetrando y desestabilizando la membrana celular de las superbacterias.
A diferencia de los antibióticos, que "envenenan" a las bacterias y también pueden afectar a las células sanas de la zona, los polímeros que han sido diseñados por Lam son tan grandes que no parecen afectar a las células sanas.
"Con este péptido polimerizado estamos hablando de una diferencia de escala igual a la que existe entre un ratón y un elefante", contaba el supervisor de Lam, Greg Qiao. "Las moléculas peptídicas son tan grandes que no pueden penetrar en las células sanas".
Imagen en la que se muestran los polímeros (verde) rodando y atacando a las bacterias. University
"Si bien los resultados hasta ahora han sido muy positivos, es muy pronto para pensar que se trata de una solución apta para los humanos", contaba Cyrille Boyer de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia.
"La principal ventaja de estos péptidos parece ser que pueden matar bacterias de forma más efectiva y selectiva", explicaba Boyer antes de agregar que el equipo está muy lejos de que su invención pueda tener aplicaciones clínicas.