Nuestro cuerpo no deja de sorprendernos. Por mucho que los científicos y expertos aseguren que saben todo sobre el organismo, lo cierto es que aún queda mucho por descubrir. Nuestra anatomía es, sin duda, un misterio aún por descubrir.
Estamos muy acostumbrados a tomar pastillas cuando tenemos algún dolor, ya sea de cabeza, de tripa o en cualquier zona del cuerpo. En realidad, hay maneras naturales que funcionan igual o mejor que las pastillas y pueden aliviar ese dolor sin tener que sufrir los efectos secundarios negativos de los medicamentos.
1- Aliviar el picor o dolor de garganta
Todos hemos sufrido alguna vez picor de garganta y hemos intentado solucionarlo haciendo gárgaras, tomando caramelos o medicándonos, siempre con resultados poco satisfactorios.
Lo que muchos no saben es que con el simple hecho de rascarte el oído puedes acabar con ese molesto picor. Según el Dr. Scott Schaffer, "cuando se estimulan los nervios del oído, se crea un reflejo en la garganta que puede causar un espasmo muscular". Explicó que este espasmo alivia el cosquilleo.
2- Calmar los nervios.
Incluso las personas más tranquilas experimentan estrés y presión de vez en cuando. Cuando te sientas agobiado o estresado, la mejor solución es eliminar esas fuentes de estrés. Aún así, cuando lo que te proporciona el estrés es el trabajo, esa no es la solución.
Un truco para tranquilizarte es contener la respiración y enjuagarte la cara con agua helada. Te sentirás mucho mejor de inmediato. De esta manera engañas al cerebro y hace que active una función propia de los mamíferos que es la de optimizar la respiración bajo el agua. Verás como el estrés se te pasa enseguida.
3- Superar el miedo a las agujas.
Aunque no seas donante de sangre, seguro que de vez en cuando tienes que someterte a algún tipo de análisis en los que tienen que sacarte sangre. Por desgracia, a la mayoría de personas les asustan las agujas. Los expertos aseguran que el hecho de que tosas una sola vez en el momento en el que la aguja penetre tu piel hace que distraigas el punto de atención y no te des cuenta de que te han pinchado.
4- Congestión nasal
La congestión nasal puede ser un claro inconveniente al realizar las tareas cotidianas. Si ese es tu problema, prueba a presionar la lengua contra el paladar, a continuación altérnalo con presionar dos dedos el entrecejo. Esta suave presión hace que la mucosidad vaya disminuyendo y te permite respirar con facilidad de nuevo.
5- Reducir las ampollas de quemaduras.
La próxima vez que te hagas una quemadura y no tengas hielo cerca, coloca las yemas de tus dedos sobre la zona afectada. Esto hará que la quemadura se adapte a la temperatura corporal, lo que disminuirá las posibilidades de que se creen ampollas más dolorosas de lo normal.
6. Dolores de muelas
Para aliviar inmediatamente el dolor de muelas, prueba a frotar un cubito de hielo en la palma de tu mano, sobre todo en la zona entre el pulgar y el dedo índice. Esta zona contiene numerosas vías nerviosas que son responsables de enviar las señales de dolor de la cara y las manos al cerebro; el frío del hielo anularán estas señales y el dolor disminuirá.
7- Eliminar la ansiedad
Cuando estamos nerviosos, la ansiedad puede afectar a las funciones cognitivas dificultando así la realización de las actividades rutinarias. Curiosamente, algunas personas insisten en que, si soplas tu dedo pulgar, haces que esos nervios se reduzcan, reduciendo también la ansiedad.
8- Eliminar el dolor de cabeza o la migraña
Es uno de los dolores más molestos que existen y pueden llegar a hacer que no puedas levantarte de la cama. La próxima vez que tengas migraña o un dolor fuerte de cabeza, presiona la zona de la palma de la mano de la que hablábamos antes, entre el pulgar y el dedo índice. Mantén la mano presionada durante dos minutos mientras mueves ambos dedos en círculo. Esto hace que se bombee más sangre hacia el cerebro y hacia el cuello y reduce el dolor de cabeza.
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