Mantenerse alejado de las grasas suele ser una idea estupenda si intentas mantener una vida saludable, sin embargo, siempre existe una excepción para toda regla. La grasa de los pescados azules es, sin lugar a dudas algo muy beneficioso para nuestro cuerpo que deberíamos introducir en cualquier dieta.
¿Necesitas alguna prueba? Los expertos afirman que los esquimales tienen menos ataques cardíacos e infartos cerebrales que el resto de la media a causa de que generalmente comen pescado azul.
En comparación a los pescados blancos, los pescados grasos tienen una carne más oscura y un sabor más intensos. Además, tal y como sugiere su nombre, la carne contiene una buena cantidad de aceite. En el caso del pescado blanco, los aceites se concentran en el hígado, razón por la que su carne es más seca. Algunos de los ejemplos más populares de pescados grasos son el salmón, la trucha, la sardina, el atún, la caballa y el arenque. Con tantas opciones, la incorporación de este tipo de pescado a tu dieta no puede ser ningún problema.
¿Qué hace graso a un pescado graso?
El pescado graso se llama así debido a los aceites presentes en su carne. Dichos aceites se denominan ácidos grasos omega 3, y a pesar de contener la palabra grasa, son muy saludables para nuestro organismo. Numerosos estudios han vinculado estos aceites a gran multitud de beneficios que van desde la mejora de la memoria a la prevención de ciertos tipos de cáncer o la reducción del riesgo de sufrir enfermedades cardíacas.
¿Qué beneficio tiene para la salud el consumo de pescados grasos?
Gracias a la carga de ácidos grasos omega 3 presente en su carne, el consumo regular de pescado graso te ayuda a mantenerte saludable e incluso revertir algunos problemas que puedan poner tu vida en peligro.
A continuación te mostramos algunos de los beneficios más notables que nos ofrece el pescado azul: Reducción del riesgo de artritis reumatoide
Los ácidos grasos omega 3 son buenos para las articulaciones ya que protegen el cartílago que se encuentra entre los huesos, además, esas grasas saludables también combaten la inflamación. Sin duda alguna, sus propiedades lo convierten en un alimento que debería ser consumido regularmente por pacientes que sufren artritis reumatoide.
Prevención de defectos de nacimiento
Los médicos recomiendan a las mujeres embarazadas consumir una buena cantidad de pescado que contengan ácidos grasos omega 3 para evitar problemas de nacimiento. Los ácidos grasos omega 3 también son vitales para el desarrollo adecuado del cerebro y los nervios del feto.
Mantenimiento de la visión
Numerosos estudios revelaron que aquellos ancianos cuyas dietas son ricas en ácidos grasos omega 3 mostraban una menor pérdida de visión.
Reducción del riesgo de sufrir ciertos tipos de cáncer
Los expertos dicen que los ácidos grasos omega 3 son capaces de inhibir el crecimiento de células malignas sin ningún efecto sobre las células normales y sanas. Es por eso que una dieta rica en pescado graso puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir ciertos tipos de cáncer, como los de piel, los orales o el de próstata.
Reducción del riesgo de sufrir demencia
La demencia aparece como consecuencia de una disminución de nuestra capacidad mental, problema que afecta a las personas alcohólicas en mayor medida. Afortunadamente, algunos estudios demostraron que los ácidos grasos omega 3 ayudaron a reducir la muerte de las células cerebrales expuestas al alcohol hasta en un 95%.
Prevención de problemas cardiovasculares
Quizás uno de los beneficios para la salud más populares del consumo de pescado azul sea la reducción del riesgo de sufrir problemas cardiovasculares. Numerosos estudios han demostrado que los ácidos grasos omega 3 previenen eficazmente que se produzcan obstrucciones en las arterias así como subida de la presión arterial. Por si fuese poco, también protegen al corazón de los efectos perjudiciales del estrés crónico.
¿Cuánto pescado graso debemos consumir?
Los expertos afirman que no debemos consumir más de 4 porciones de pescado azul por semana. Las mujeres embarazadas, por otro lado, deben limitarse a 2 porciones semanales. La razón por la que no es una buena idea consumir más pescado del recomendado se debe a que contienen dioxinas y bifenilos policlorados o PCB, los cuales pueden tener efectos negativos en los sistemas inmunológico y reproductivo en grandes cantidades.
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