Horrible pero cierto: un niño chino de 11 años perdió un testículo después de que este se le retorciera 540 grados y perdiera el flujo de sangre.
El término técnico para este aterrador problema entre el género masculino es "torsión testicular" y, de acuerdo con la Asociación Urológica Americana, puede suceder después de una lesión en el escroto o después de realizar ejercicio extenuante o incluso mientras dormimos.
La torsión testicular es un problema raro que afecta aproximadamente a 1 de cada 4.000 varones, particularmente a los que están en la pubertad. Este contratiempo sucede cuando el tejido que rodea es demasiado débil y no se encuentra totalmente adherido al escroto, permitiendo que el testículo se tuerza.
A medida que gira, tira el cordón espermático el cual suministra sangre al testículo. Si el cordón espermático se retuerce demasiadas veces, el flujo sanguíneo al testículo se detiene provocando la muerte del mismo en solo dos horas.
Tal fue el caso del joven asiático de 11 años, quien llegó al hospital con una notable cojera a causa del tremendo dolor que experimentaba. Los médicos del hospital de Hangzhou dijeron que cuando realizaron la operación encontraron que el testículo estaba tan apretado que se había abierto ligeramente por la base.
El Dr. Chen Guangjie, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Zhejiang, informó a los padres del niño que tenían que extirparle el testículo afectado y que las probabilidades del chico de tener hijos probablemente disminuirían como resultado de esto.
"Por lo general", decía Chen, "tras 6 horas de la torsión testicular, los pacientes pierden la capacidad de producir espermatozoides. Si el ángulo de giro es de 90 grados, los testículos mueren en una semana; a los 180 grados, los testículos mueren en 3 a 4 días. Si es de 360 grados, de 12 a 24 horas y si el giro del cordón espermático supera los 720 grados, los testículos mueren en un par de horas".