Sólo un día de dieta desordenada puede provocar que tengamos una mala calidad en el sueño...
Si has dormido mal y te has despertado como si fueras una especie de zombi, piensa en qué comiste durante la cena. La mala calidad del sueño también puede deberse a ingerir demasiada grasa y azúcar, y olvidar las fibras, esto puede hacernos dormir bastante mal.
Sólo un día de no seguir con nuestra dieta habitual puede provocar las siguientes consecuencias: dificultad para conciliar el sueño, despertarse frecuentemente, como consecuencia estar fatigado durante todo el día. Esto ha sido descubierto por los investigadores de la Universidad de Columbia en Nueva York, que publicaron su estudio en la revista Journal of Clinical Sleep Medicine.
Su principal conclusión es que "la calidad de la dieta afecta al sueño", publicó el coordinador del estudio Marie-Pierre St-Onge, nutricionista de la clínica en el Centro de Investigación de la Obesidad de Nueva York. Lo que les sorprendió más a los investigadores, es que sólo un día de dieta desequilibrada, con mayores cantidades de grasa y bajas en fibra, pueden afectar los parámetros del sueño.
Así que ya sabes, si quieres tener un sueño más placentero debes elegir unos alimentos que te ayudarán a dormir mejor. En rolloid.net somos partidarios de los buenos hábitos y aquí te dejamos algunos de los más importantes:
Grasas saludables
Conocidas com MCTs (triglicéridos de cadena media), ayudan a mejorar el metabolismo, incluso llegando a quemar grasa corporal mientras dormimos.
Las grasas animales o las nueces son buenas fuentes de esos MCTs. Su consumo se relaciona con un mejor descanso y calidad de sueño.
Pescados ricos en ácido graso omega-3
Existen unas enormes ventajas al consumir el ácido graso omega-3, además de mejorarnos el estado de ánimo, reduce la ansiedad y depresión. Influye en que produzcamos serotonina, que es la encargada de que tengamos la sensación de bienestar reduciendo el estrés que puede interferir durante el sueño
Miel cruda antes de irte a dormir
Parece que el típico vaso de leche caliente con miel tiene su base científica. Y es que el cerebro emplea mucha energía mientras dormimos, por lo que si tenemos azúcar extra antes de dormir, ayudará a que el cerebro trabaje mejor durante ese tiempo. La miel elevará los niveles de glucosa de la sangre, induciendo un sueño más rápido y profundo.
Proteínas
Necesitamos las proteínas para poder reparar nuestros músculos y fortalecer al sistema inmunológico. Todo esto se produce mientras dormimos durante la fase REM del sueño, por eso es tan importante descansar bien por las noches.
El problema con el que nos encontramos es que las proteínas suelen ser difíciles de digerir, por lo que podemos optar por 1 o 2 cucharadas de péptidos de colágeno hidrolizado, que son muy fáciles de digerir y no causan problemas de pesadez en el estómago.
Nada de café por la noche
Es muy importante que nuestra mente pueda descansar, y por eso es necesario tratar de evitar tomar café ocho horas antes de acostarnos.
Los investigadores llegaron a esta conclusión después de la vigilancia de la calidad del sueño de 26 voluntarios (13 hombres y 13 mujeres de peso normal y con una edad media de 35 años), que fueron invitados a dormir en el laboratorio durante 5 noches después de consumir comidas recetadas por un nutricionista.
El resultado de las pruebas no deja lugar a dudas: lo que comemos afecta tanto a la velocidad con la que dormimos como a la calidad del sueño.
Después de comer comidas prescritas por el nutricionista, ricas en fibra y proteínas, los participantes tardaron un promedio de 17 minutos para conciliar el sueño y pasaron más tiempo en la fase de sueño profundo. Cuando comían sus comidas favoritas, ricas en azúcares y grasas saturadas, los voluntarios tardaban un promedio de 29 minutos en conciliar el sueño, y pasar menos tiempo en la fase de sueño profundo y despertarse más a menudo durante la noche.
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