Cuando se trata de la higiene de tus orejas, podrías estar haciéndote más daño que otra cosa con la forma en la que tienes de limpiarlas.
Las orejas son un área realmente delicada y sensible, y como tal, deberías tomar algunas precauciones e investigar un poco sobre cómo debes actuar antes de tratar de limpiártelas por ti mismo.
Si no se tiene cuidado, podría resultar en la alteración de la audición, infecciones o incluso daños dolorosos a largo plazo. Lo que hace todo esto preocupante es que muchas personas todavía están aplicando los viejos conceptos a sus prácticas de limpieza del oído.
El diario Telegraph informa que cada año, alrededor de 7000 personas sólo en Inglaterra, acaban en el hospital con heridas debido al uso de bastoncillos de algodón para los oídos.
Los bastoncillos de algodón no son seguros para limpiarte los oídos
Muchas personas no son conscientes de que los médicos llevan años tratando de convencer a las personas para que dejen de usar los bastoncillos de algodón.
La realidad es que no deberías introducir nada dentro de tus canales auditivos Hay un gran riesgo de que puedas dañar tu tímpano. La mayoría de las personas empujarán el exceso de cerumen hacia el interior del conducto auditivo, dando lugar a tapones de cera y reduciendo la capacidad de audición.
La cera no es de por si sucia El cerumen se produce naturalmente por las glándulas en tus orejas y es sano tener una cantidad normal de ella en el oído. Con sus propiedades antibacterianas, la cera sirve como una parte del sistema defensivo de tu cuerpo, limpiando y lubricando el conducto auditivo.
Antes de saber cómo limpiar tus oídos, es necesario saber cuándo hacerlo Mayormente, los oídos se limpian ellos mismos expulsando la cera y suciedad hacia la parte externa de las orejas. Algunas personas incluso puede que nunca necesiten limpiar sus oídos - la genética juega un papel dominante en esto.
La cera se produce en la parte externa del conducto auditivo, lejos del tímpano
Para limpiar la parte interna de la oreja, hay varios remedios caseros que son seguros y fáciles de probar
- Mezcla una cuchara de sal en media taza de agua caliente (debe estar a la temperatura del cuerpo para no causar una fuerte impresión al introducirla en el oído)
- Sumerge una bolita de algodón en la taza
- Gira la cabeza e introduce unas gotas del agua salina en el oído. Mantén esa posición durante 3-5 minutos.
- Después, gira la cabeza en la posición opuesta para expulsar el agua salina.
- Elimina la cera con un trapo limpio.
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Agua oxigenada
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