Puede que no parezca obvio al principio, pero los lobos pueden tener un enorme efecto indirecto sobre los ecosistemas. No son sólo buenos para reducir las poblaciones de ciervos y otras especies; cambian fundamentalmente cómo se comportan estos herbívoros, dónde pastan y qué áreas evitan.
Esto significa que los árboles y las plantas comienzan a crecer de nuevo en lugares que fueron sobrepastoreados, dando refugio a todo tipo de especies (pájaros cantores, castores, conejos).
Esto a su vez cambia la forma en la que el ecosistema local funciona, proporcionando más nichos ecológicos a más especies, ¡hasta que después de unos años la zona está irreconocible y llena de vida! Todo esto es gracias a los lobos, ¡este subestimado predador!
Echa un vistazo al vídeo de abajo para ver la cadena de eventos en acción después de que los lobos fueran reintroducidos en Yellowstone después de una ausencia de unos 70 años:
Uno de los descubrimientos más importantes del pasado siglo han sido las cascadas tróficas, un fenómeno ecológico que describe los efectos indirectos que causan los animales que están en la cima de la cadena alimenticia, los depredadores como los lobos.
Cuando los lobos fueron introducidos en Yellowstone en 1995, algo cambió en este parque. Todos sabemos que los lobos matan a muchas especies de animales, pero lo que no nos damos cuenta es que dan vida a muchos otros más. El número de ciervos aumentó drásticamente cuando los lobos no estaban en el parque, lo que hacía que la vegetación del mismo empezase a peligrar.
Tan pronto como los lobos fueron introducidos después de 70 años, los efectos fueron impresionantes. Sí, los lobos mataron a algunos ciervos, en muy reducida cantidad, pero eso no fue un problema.
Lo que cambiaron fue el comportamiento de los mismos, ya que empezaron a moverse de las zonas de valles donde podían ser atrapados fácilmente por lobos. Estas zonas empezaron a regenerarse, nuevas plantas y especies empezaron a florecer en tan sólo 6 años. Los valles se convirtieron en bosques, y los pájaros volvieron, así como los castores que empezaron a cambiar el rumbo de los ríos gracias a sus presas.
Estos a su vez indirectamente permitieron la aparición de nuevas especies acuáticas. Los lobos mataban a los coyotes, y el número de conejos empezó a aumentar, lo que hizo atractivo la aparición de halcones y los zorros en el parque. Incluso osos, ya que había más plantas de las que poder alimentarse.
¿Sabías de la repercusión de los lobos en nuestros ecosistemas? Déjanos tu opinión acerca de ellos en los comentarios. ¡No dudes en compartirlo con todo el mundo!