Probablemente meterte en la cama sea uno de los mayores placeres de tu día. Después de una dura jornada laboral, nada mejor que cenar, darte una buena ducha y meterte en la camita a dormir.

Pero lo que probablemente no sepas es que tu cama es mucho más desagradable de lo que crees, de hecho, es un nido de hongos, bacterias, tierra, sudor, secreciones nasales, etc.

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Tal y como explica Lisa Ackerley, doctora e higienista, las bacterias y los hongos que residen en tu cama hacen que sea mucho más fácil que, si uno de la pareja esté enfermo, se contagie el otro, simplemente por estar en contacto con las sábanas.

"Piensa en todas las cosas que haces en la cama. Además de ser el lugar donde duermes, puede que termines el trabajo de la oficina en casa, que tomes ahí el desayuno o que se meta tu perro o tu gato dentro de ella", dice Lisa.

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Dependiendo de para qué utilices tu cama, de lo limpio que estés cuando te metas en ella o incluso de si usas ropa para dormir o no, tu cama estará más o menos sucia. Si sueles darle mucho uso a la cama, no te duchas antes de meterte en ella y duermes desnudo, probablemente estés causándole mucho daño a tu propio organismo si no lavas las sábanas todas las semanas.

La Dra. Ackerley aconseja pasar la aspiradora con regularidad alrededor de la cama, y ​​lavar la ropa de cama a altas temperaturas. También dice que las familias con niños deben lavar su ropa de dormir aún más a menudo, cada tres días más o menos.

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"Primero deshazte del polvo. Aspira la habitación, debajo de la cama y ​​el colchón y pon el edredón en la lavadora para limpiarlo bien. También puedes llevarlo a la lavandería si te resulta más fácil.

Utiliza protectores de almohada y de colchón que se puedan lavar fácilmente. Rocía el colchón con desinfectante para destruir todos los gérmenes que pueda haber.

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Lávalo todo a 60°C o más si es posible, así acabarás con todos los gérmenes. Si tienes tejidos más delicados, no podrás lavarlos a temperaturas tan altas, pero aún así podrás seguir utilizando un buen detergente. Recuerda que las bacterias crecen mejor a temperatura corporal, por lo que lavar las sábanas a 30 o 40 grados no eliminará las bacterias que haya en ellas.

Lava la ropa de cama una vez por semana, date una ducha antes de acostarte y cambia de pijama cada tres días para poder ponerlo a lavar.

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Si tienes un gato o un perro y permites que suba a tu cama, pon una manta sobre ella para que se acueste ahí y lávala una vez a la semana por lo menos.

Si tu pareja está enferma, debes lavarlo todo con mayor frecuencia."

No es tarea fácil mantener la cama libre de bacterias y gérmenes. ¿Estás dispuesto a poner en práctica todos estos consejos?

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