El vínculo existente entre una madre y sus hijos supera todas las barreras independientemente del género y de la especie. Las madres son capaces de poner en riesgo sus vidas por salvar la de sus pequeños. Una pitbull de Sacramento, California, quiso hacer ver que el amor que sentía por sus cachorros era incondicional.
Después de ser abandonada en la protectora de Sacramento, apenas unas horas después de dar a luz a su camada, esta madre se quedó fielmente acurrucada cerca de ellos, hasta que llegó la ayuda.
El personal de la protectora de Sacramento llegó un lunes por la mañana y se encontró con algo sorprendente.
Tumbada en la puerta había una madre pitbull con sus 10 cachorros pequeños. Su dueño no estaba.
Los bebés tenían horas de vida y la madre estaba sangrando sin parar, lo que indicaba que la habían dejado poco después de dar a luz. No había ni comida ni agua para nutrir a la madre. Tampoco había indicios de por qué los habían dejado ahí.
La dejaron sin cadena, por lo que podría haberse ido para buscar comida y haber dejado a sus cachorros ahí.
Pero ella siguió ahí demostrando su inquebrantable sentimiento maternal.
Estaban muy felices por poder acoger a esta madre con sus cachorros pero muy preocupados por que no sabían si serían capaces de abastecer a una camada tan grande.
Alimentar once bocas era mucho para cualquier familia de acogida, pero la separación de los cachorros de su madre a una edad tan temprana podría ser perjudicial para su salud.
Afortunadamente, fueron capaces de encontrar un hombre que estaba encantado de quedarse con todos.
La madre era muy dulce según los voluntarios de la protectora.
A pesar de que había sido abandonada con sus bebés, su carácter no se endureció y siguió igual de amigable.
La familia se quedará con su nuevo padre de acogida hasta que los cachorros sean lo suficientemente grandes como para separarse de su mamá y puedan irse a otras casas de acogida.
Su nuevo papá ha colgado ya varias fotos de todos en sus redes sociales.
Esta historia demuestra que el amor de una madre es incondicional y supera cualquier barrera que se interponga.
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