A todos nos cuesta mirar a los ojos mucho tiempo a alguien con quien estamos manteniendo una conversación, por mucha confianza que tengamos con esa persona. Pues bien, parece que después de tantos años, la ciencia tiene una explicación sobre por qué nos ocurre esto.
No te sientas culpable porque no es tu culpa, sino de tu cerebro. Al parecer, nuestro cerebro no es capaz de procesar al mismo tiempo correctamente las palabras que nos están diciendo y la cara de quien nos lo está contando.
Esto se debe a que se utiliza la misma parte del cerebro, de hecho, se acentúa mucho más cuando la persona con la que mantenemos la conversación utiliza palabras a las que no estamos acostumbrados. Nuestro cerebro tiene que implicarse más en entenderlas y por lo tanto dejamos de mirar a los ojos por completo.
Este descubrimiento se debe a un estudio realizado por la Universidad de Kyoto en Japón que examinó a varios voluntarios mientras asociaban palabras y miraban a caras generadas por un ordenador.
No es la primera vez que se analiza el hecho de mantener el contacto visual con alguien. En 2015, se realizó un estudio en Italia llevado a cabo por el psicólogo Gionvanni Caputo que determinó que mirar a alguien a los ojos durante 10 minutos seguidos podía hacernos sufrir alucinaciones.
Este proceso está asociado con la adaptación neutral, es decir, si colocas la mano sobre el suelo notarás que está frío. Sin embargo, cuando más tiempo mantienes la mano ahí, menos lo sientes. Lo mismo podría ocurrir al mirar a alguien.
A partir de ahora, si alguien se queja de que no le miras cuando habláis, ya tienes la explicación para defenderte.
¿Qué te ha parecido esta explicación? ¿Eres de los que es capaz de mantener el contacto visual durante una conversación? ¡Comparte con tus amigos y familiares el motivo por el que nos cuesta mantener contacto visual! Fuente Estudio por la Universidad de Kyoto en Japón