Los canes se han utilizado para la seguridad y la caza desde la época romana y llevan en los cuerpos de seguridad desde hace más de 100 años. Concretamente desde 1888, cuando unos sabuesos ayudaron a encontrar a Jack el Destripador.
A casi todo el mundo le surge la curiosidad de saber qué pueden llegar a hacer y cómo se entrenan para conseguir que sean tan efectivos.
Los perros policía son muy útiles para diversos trabajos: desde los destinados a ayudar a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, pasando por los de grupos de rescate y hasta aquellos que ponen sus sentidos al servicio de los bomberos. Por este motivo, existen varias especialidades.
Están los perros de asistencia, encargados de ayudar a los discapacitados; los perros de protección y defensa, encargados de detectar sustancias estupefacientes, dinero, explosivos o restos humanos; y los de rescate en grandes áreas o estructuras colapsadas.
Cuando se necesitan perros policías para realizar estas labores, se busca al perro idóneo ya que debe reunir un mínimo de requisitos y estar dispuesto a trabajar. Hay que seleccionar a cachorros con cinco o seis meses y entrenarlos como a cualquier otro. La socialización es un periodo crucial ya que, si no se hace bien, el aspirante perruno no será apto para desarrollar su tarea.
Antes de comenzar a enseñarle obediencia, se debe crear un vínculo con su compañero de trabajo a través del juego, el cepillado y los paseos. Aquí se aprenden órdenes básicas como: "sienta" o "trae".
Esta última se realiza mediante juegos con pelotas. En la siguiente fase, se esconde dentro del juguete algo con olor a comida para estimular su olfato y así poder ir introduciendo otros olores.
Siempre se hace con el único afán de que haga lo que más le gusta: jugar y volver a jugar. Con ello se consigue que el perro obedezca al adiestrador en cualquier situación que se pueda presentar. Desde pequeño hay que adaptarlo a sonidos fuertes, comenzando siempre por uno suave para prepararlos para el potente sonido de las armas.
Hay que entrenar su agilidad y resistencia, pero además de todas estas habilidades, el adiestrador debe ser capaz de confiar en el perro en una situación agresiva, ya que si se le da la orden de atacar a un sospechoso, no se puede permitir ninguna vacilación.
Cada vez que pasa un módulo de entrenamiento, el cachorro es evaluado para ver si ha superado la prueba. Deben ser capaces de realizar sus tareas bajo estrés y en entornos caóticos. Estas evaluaciones constan de simulaciones con disparos, delincuentes falsos escapando y coches pitando.
Recuerda que estas sesiones de entrenamiento se hacen lo más divertidas posibles para evitar que el perro pierda interés o se agobie. Sobre todo, deben ser amenas para permitir que este trabajo preparatorio tan importante sea un juego para el perro.
Entrenar a un perro para esta labor es un proceso interminable. Aunque el perro tenga 5 años y mucha experiencia, los entrenamientos deben continuar mensualmente. De esta forma se mantendrán al día todos sus sentidos y habilidades y, además de todo esto, se conseguirá crear un vínculo muy especial entre el perro y su compañero.
¿Has visto actuar alguna vez a uno de estos perros? ¿Crees que realizan una buena labor? ¡Compártelo con todos tus amigos para que vean cómo se entrenan los perros policía! Fuente: Oureverydaylife | Puppyinstitute | Masterdog-training