Si eres dueño de alguna mascota o alguna vez lo has sido, seguro que te sientes identificado con la historia que te traemos hoy. Y es que el protagonista de nuestra historia, un cachorro de raza Husky, es, como cualquier cachorro, un poco travieso y ha hecho algo que no debería, pero el pobre no es consciente de ello.

¡Oh Dios! ¡¿Quién ha sido el causante de tal desastre?! Todas las pruebas señalan al perro, pero el Husky, en lugar de sentirse culpable por el enorme lío que acaba de causar en la sala de estar, trata de echarle la culpa a su querida madre

Este travieso y revoltoso Husky niega el desastre que ha hecho de una manera muy natural. En lugar de prestar atención a su madre mientras le está regañando por haber destrozado la cama, ¡decide que la mejor manera de evitar el castigo es simplemente ponerse a ladrar! En la mente de este Husky, ¡el más ruidoso es el ganador!

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Hablando de adorables perros culpables, ¡este próximo cachorro se siente más culpable por el mal que ha causado que el Husky de antes! Lo deja muy claro, este labrador se siente culpable rápidamente tras comerse un trozo del belén. Pero, de nuevo, ¡tal vez decorar  la casa con adornos y deliciosos aperitivos no sea la mejor idea si hay un perro de por medio!

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