La mayoría de nosotros tenemos la suerte de tener todas las habilidades físicas intactas, bajo control. Quizás con la excepción de la rodilla, el brazo o un pie que nos puede fallar a todos en cualquier momento. Pero casi todos estamos físicamente en forma para andar, correr o saltar.
¿Te imaginas como sería vivir tu día a día sin uno de nuestros más preciados sentidos como puede ser la vista o el oído?
Afortunadamente, vivimos en una época donde los programas y las iniciativas han comenzado a ayudar a aquellas personas discapacitadas, como por ejemplo con perros guías. Lamentablemente, no todo el mundo es respetuoso con los discapacitados o sus compañeros caninos.
Amit Patel tiene 37 años y es un médico retirado debido a que perdió su visión en 2012. Su perro guía, Kika, es fundamental para ayudarlo a caminar por Londres.
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A menudo, Amit se sentía frustrado porque las demás personas no tenían ninguna consideración con él. Esto le dio una idea.
Le puso una cámara a Kika para capturar algunos de los malos tratos con la esperanza de concienciar a la gente de los desafíos a los que se enfrentan los ciegos diariamente.
"Así es cómo ayudo a mi amigo Amit todos los días"
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En una entrevista, Patel dijo que Kika recibe abusos y es golpeada con paraguas y bolsas. En otro incidente, una mujer le echó la bronca públicamente y le culpó de perder su tren porque Patel no podía subir la escalera mecánica, a pesar de explicarle que era ciego.
Algunas personas se molestan cuando Patel les explica que no pueden acariciar al perro.
"Es muy difícil caminar por Londres. Imagínate con los ojos cerrados, sin ninguna visión. Una cosa que encontré al ser ciego es la soledad. Confío en Kika y en mi oído. Pero siempre intento salir de casa con una sonrisa en la cara."
Patel perdió la vista debido a una enfermedad llamada queratocono. Cambió la forma de su cornea y se realizó seis trasplantes pero todos fallaron.
Patel afirma que el 99% del tiempo no tiene ningún problema con la gente y los pasajeros son normalmente respetuosos, pero hubo un caso en el que un pasajero gritó que su perro tenía rabia y que debía salir de allí y nadie vino a ayudarlo ni a él ni a Kika.
Para Patel, Kika no le da solamente compañía, también le aporta independencia.
"Es vergonzoso gritar en busca de ayuda. Solo soy un londinense que quiere mezclarse con el entorno, no llamar la atención. Una vez salí en la estación equivocada y Kika se perdió. Un chico me vio desde lejos y caminó hacia mi, me tocó en el hombro y me preguntó si necesitaba ayuda. Me llevó todo el camino a la derecha."
Esperamos que la gente aprenda que hay que ser respetuosos con los demás, especialmente con las personas discapacitadas.
Además, ¿cómo se puede tratar mal a un precioso labrador como Kika? ¡No puedo entenderlo!
¡No olvides compartir esta historia para concienciar a más gente! Fuente: Distractify