Un gato muy bonito y regordete, llamado Fat Pat, llegó hace un año a un refugio de Illinois. Su anterior propietario le puso como excusa al personal del Refugio de Animales de la ciudad de McDonough (MCAS) para dejarla allí que Fat Pat no se llevaba bien con el perro de la familia.
Pero Bonnie Billhymer, el asistente de la oficina de control de animales de MCAS, dijo que Fat Pat era una chica tímida y muy tranquila, pero también un poco especial con las personas y animales, ya que se pone muy nerviosa con ellos.
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Una familia la adoptó pero estuvo muy pronto de vuelta al refugio ya que la familia se mudó a un sitio donde los gatos no estaban permitidos.
Así fue como Fat Pat llego a ser una de las más antiguas residentes del refugio. "Solo permitía al personal acariciarla y quererla" dice Billhymer, "pero a nadie más".
Eso fue así hasta que Lynda Kruzan apareció en su vida.
Un amigo de Kruzan fue al refugio porque quería adoptar a un perro, pero también se encontró con Fat Pat. Nada más verla, pensó que a Kruzan le gustaría, así que le mandó una foto a través de un mensaje del móvil.
"Simplemente me enamoré de ella" dice Kruzan. "Su pequeña cara y lo solitaria que parecía".
Cuando Kruzan vino a conocer a su nueva mascota, Fat Pat se enamoró también de ella. La gente del refugio pudo ver inmediatamente que esta gata tan desafortunada había encontrado su gran oportunidad.
"Cuando la cogí, puso sus patas a mi alrededor y me abrazó," dice Kruzan.
"Sabíamos que habíamos elegido a la dueña correcta," dice Billhymer.
La adopción fue el 1 de diciembre y su nueva familia le cambió de nombre; la hija pequeña de Kruzan decidió llamarla Elsa, como el personaje protagonista de la película de Frozen.
Ahora Elsa está muy feliz instalándose en su nueva casa pero por supuesto, con sus propias y exigentes condiciones.
¡No olvides compartir esta bonita historia con todos tus amigos! Fuente: TheDodo