Cada año, una misteriosa enfermedad acaba con los niños más pobres que viven en la ciudad de Muzzafarpur, India. Cientos de estos pequeños son ingresados en el hospital desde mediados de mayo con convulsiones e hinchazón en el cerebro después de despertarse gritando en medio de la noche. Por desgracia, la mitad de los que sufren la enfermedad mueren irremediablemente.
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Afortunadamente, unos investigadores han identificado la causa de esta enfermedad hasta ahora desconocida, siendo el consumo de grandes cantidades de lichi en ayunas el origen de todos los males.
Muzzafarpur es la región de cultivo de lichi más grande de la India, de manera que no es de extrañar que los picos más elevados de afectados por esta enfermedad coincidiese cada año con la temporada de cosecha de lichi, afectando principalmente a los individuos más desfavorecidos.
Los investigadores sugieren que los niños que viven en extrema probreza, los cuales posiblemente no hayan comido en varios días, comen esta fruta traicionera sin percatarse de las fatales consecuencias que podrían tener sobre su organismo.
Los lichis producen una gran cantidad de una toxina llamada hipoglicina que impide que el cuerpo sintetice la glucosa. Esto conduce a niveles de azúcar en la sangre peligrosamente bajos o hipoglucemia, haciendo que pierdan el apetito, agraven la enfermedad, y eventualmente produciendo convulsiones e inconsciencia.
Debido al gran número de niños fallecidos "inexplicablemente", el Centro de Control de enfermedades de los Estados Unidos decidió realizar una investigación cuyos resultados fueron publicados recientemente en The Lancet. Al parecer, esta situación se asemeja mucho a una situación ocurrida en el Caribe, en la que los niños también sufrían convulsiones e hinchazón del cerebro.
En esos casos, por el contrario, la causa de los fallecimientos estaba relacionada a otra planta, concretamente a la fruta Akee (Blighia sapida). Al igual que sucede con el lichi, cuando los frutos se consumen directamente del árbol y todavía no están suficientemente maduros, poseen unos niveles muy altos de la misma toxina, la hipoglicina. Resulta que la concentración de toxinas encontrada en la carne del fruto sólo disminuye cuando esta llega a madurar completamente, algo que ahora se está enseñando a los niños de la región.
Tras descubrir la causa de la ola de fallecimientos infantiles que golpeaba a la India año tras años, las autoridades competentes informan a los padres para que estos se aseguren de que sus hijos coman como es debido y restrinjan la cantidad de lichis que consumen. Afortunadamente, desde que esta medida fuese puesta en vigor, el número de casos se ha reducido dramáticamente a solo 50 casos anuales.
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