El pequeño Luke tenía 2 años cuando los médicos le diagnosticaron con Diabetes tipo 1, esto implica que sus niveles de azúcar están descontrolados y su familia tiene que estar muy pendiente de que no se bajen y mantenerlos equilibrados.
Después de varios años intentando mantener la calma y llevar bien el control de los niveles, Luke y su familia encontraron la ayuda perfecta. Ahora cuentan con Jedi, un perro de servicio que ayuda a detectar si sus niveles de azúcar están más bajos de lo normal.
Jedi es un perro entrenado para detectar cuando los niveles de azúcar bajan por lo que la madre de Luke decidió contactar con la organización que los entrenaba y adoptar uno para su familia.
La familia adoraba los animales por lo que la incorporación de Jedi a la familia no sólo era bueno para Luke sino que llevó alegría a todos. Además, Luke pasa todo el tiempo jugando con él por lo que es una gran compañía.
Entrenar a estos perros es realmente complicado pero se consigue y ahora Jedi es perfecto detectando lo que le ocurre a Luke en todo momento.
Jedi acude a buscar a la madre de Luke cuando sus niveles suben o bajan y dependiendo de lo que detecten cuando le chequean le dan diferentes premios a Jedi.
La ayuda de Jedi se ha convertido en indispensable para esta familia ya que un día normal avisa a sus padres una media de 6 a 8 veces. Luke cuenta con un monitor para controlar estos cambios pero Jedi siempre los detecta primero.
Una noche todo el mundo estaba durmiendo cuando Jedi corrió a buscar a su madre para alertarla de que algo pasaba. Efectivamente sus niveles eran una locura.
Desde que fue diagnosticado Luke, ha recibido más de 8.000 inyecciones para regulara sus niveles de azúcar por lo que tener a Jedi siempre ayudando es un consuelo. Y toda la familia se encuentra muy feliz gracias a su compañía.
Les deseamos desde aquí una larga y feliz vida a Luke, Jedi y todos los miembros de la familia.
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