Ser madre es uno de los trabajos más duros que hay en el mundo. Es mucho más que llevar a tu pequeño 9 meses en tu vientre, ya que los niños nos necesitan, requieren nuestro amor y cuidados para crecer de la forma adecuada tanto física como emocionalmente.
No ocurre sólo entre los humanos, los animales también tienen estos instintos respecto a sus hijos y por ello, en ocasiones es inevitable que algunas madres se hagan cargo de los pequeños de otros con tal de procurarles un hogar en el que criarse.
El ejemplo que te traemos hoy te enternecerá por muchas razones, especialmente por las fotografías.
Todo empezó cuando un pequeño chimpancé perdió a su madre en un zoo de Rusia. Los cuidadores decidieron que lo mejor, teniendo en cuenta su edad, era que se fuera a casa con uno de los trabajadores durante un tiempo.
La sorpresa llegó cuando el chico que se lo llevó a casa descubrió el vínculo que se creó de forma rápida entre el pequeño y su perra, un Mastín, que acababa de dar a luz tan sólo unos días antes.
El pequeño chimpancé quería estar junta a la perra todo el tiempo y ella le aceptó sin pensarlo. Se aseguró que fuera uno más de la familia y de que los otros cachorros le dejaran comer y jugaran con él.
El chimpancé necesitaba una madre y alguien que le cuidara y esta mastín no iba a dejar que el hecho de pertenecer a especies diferentes se entrometiera entre el amor que sentían el uno por el otro; no sólo ella, sino que los cachorros también aceptaron a su nuevo hermano de forma rápida.
Esta fotografías nos demuestran una vez más que no hay que dejar que la especie o nuestro físico se interponga entre nosotros y cree barreras que ni siquiera deberían existir.
Todos nos merecemos una familia en la que crecer y que nos quieran por lo que somos. Por lo que nos alegramos que este pequeño haya encontrado su lugar y que pueda disfrutar tanto de una madre como de un grupo de hermanos que lo apoyan.
¡Comparte la bonita historia de esta madre y el chimpancé con todos tus amigos! Fuente Eternally Sunny