La técnica del swirl-painting ha existido desde hace muchos años. Se puede aplicar a casi cualquier objeto que desees y que se pueda sumergir en un líquido sin estropearse. Esta técnica engloba un método en el que se siguen dos pasos: primero inmersión en la mezcla y después dejar que se empape.
Empleando una gran variedad de colores de pintura diluida en el líquido, lo que haces es dejar caer pintura en el agua que estás empleando siguiendo un patrón con forma de remolino. Una vez que hayas logrado cubrir la superficie del agua con un gran número de colores, el siguiente paso es sumergir la pieza a la que quieras darle un cambio de aires.
El agua debe contener una gruesa capa de pintura, con el fin de que el objeto pueda adquirir el patrón fácilmente.
Una vez que puedas decir que la superficie del agua tiene buen aspecto y es brillante, sumerge tu objeto a través de la película de pintura. La película de pintura en el agua cubrirá tu objeto una vez que lo hayas sumergido por completo.
Este método de inmersión permite tener un control total sobre el patrón que desees plasmar en tu pieza elegida.
En el siguiente vídeo, este hombre sumerge una guitarra personalizada de Darrel Westray en un recipiente de agua y pintura. Los resultados son bastante impresionantes y crean un acabado mate de colores plateados y negros. Es verdaderamente sorprendente lo que un poco de pintura y agua puede hacerle a una guitarra.
¡Qué truco tan divertido y colorido! Si quieres tener una idea más clara sobre cómo realizar este proceso con eficacia y obteniendo un resultado estupendo, no te puedes perder el siguiente vídeo. Eso sí, si decides ponerlo en práctica, asegúrate de realizarlo en un lugar donde no vayas a causar ningún desastre al mobiliario.
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