Un hombre respetuoso y amigable estaba de paseo por el bosque en Eslovenia, recogiendo setas, cuando de repente vio a una gran lechuza salvaje apoyada en el tronco de un árbol. Aunque el hombre estaba a sólo unos metros del ave, para sorpresa del visitante, no escapó volando. Así que se acercó aún más y comenzó a acariciarla.
¡Era tan adorable y dulce! Hasta parecía que la lechuza adorable le sonreía y agradecía sus caricias.
El hombre estaba confundido, sabía que las lechuzas, y en general las aves, se comportaban de esa manera, así que pensó que algo inusual le pasaba al animal. Así que decidió llevarla a la clínica veterinaria, donde el veterinario, después de un examen exhaustivo, le diagnosticó que tenía sus dos alas rotas. Al día siguiente, tuvieron que operarla.
Los veterinarios también identificaron la especie de la lechuza como una muy rara y poco habitual, la "Kozač" eslovena (Strix uralensis), ¡con sólo 600 parejas en Eslovenia! Muy pronto, el hombre actualizó la descripción del vídeo diciendo que la lechuza estaba mejorando y sería puesta en libertad en cuanto el animal superara los 5 o 6 meses estimados de recuperación en el hospital de animales donde se encontraba.
"Por favor, no ataquen ni maten a las lechuzas", agregó. "Son aves tan adorables e inofensivas... Gracias".
A pesar de que todavía no es un animal en peligro de extinción, la destrucción de su hábitat natural debido a la tala de árboles y fragmentación de los bosques para construcciones humanas pone de algún modo en peligro la libertad e integridad de esta maravillosa ave nocturna.
¿Qué te ha parecido esta bonita historia? ¿Has visto alguna lechuza en persona? ¡No te pierdas el siguiente vídeo y déjanos tu opinión en los comentarios! ¡No dudes en compartirlo con todos tus amigos y familiares!