No es la primera vez que vemos el caso de un animal que da amor y cariño a una persona enferma y la ayuda a recuperarse. Parece que la presencia de animales mejora las enfermedades de las personas, probablemente porque reconforta al enfermo y su actitud comienza entonces a ser más positiva.
Los médicos del Centro Médico Salem VA ya han podido ver los resultados por ellos mismos.
En 2012, el jefe de enfermería Dottie Rizzo y la asistente médica Laura Hart leyeron el libro "Haciendo rondas con Oscar", que cuenta la vida real de un geriatra y un gato que mejoraba las condiciones de los pacientes con demencia.
A partir de leer el libro, decidieron que necesitaban un gatito y, después de buscar por todos lados al gato perfecto, encontraron en un veterinario cercano a Tom.
Tom es un gato muy amoroso y dulce, que visita todas las habitaciones del centro y se abraza a los pacientes que más apoyo necesitan.
¡Era el gato perfecto!
Salem VA Medical Center
"Tom sabe cuando alguien está pasando por una mala racha. Él saltó sobre mi cama y me acarició de la forma en que lo hacen los gatos", comentó James Gerhart, veterano del ejército.
"Un día le di un poco de mi bebida de vainilla y se la bebió entera. Luego se acurrucó conmigo y me lamió las manos".
Tom está ahí para todos los pacientes del centro, así, los días grises se vuelven un poco más agradables para ellos y para sus familiares.
Incluso consuela al personal que tiene que lidiar con la muerte; después de presenciar la muerte de un anciano, el Dr. Blake Lipscomb dijo que Tom alzó la vista hacia él y maulló a sabiendas, justo después de haber pasado tiempo con el paciente y su familia.
Aunque hay una "zona sin gatos" donde están los pacientes a los que no les hace gracia recibir a los animales en su habitación, Tom, por lo general, acaba haciéndose amigo de todos aunque no sean muy pro-gatos.
Un paciente con enfermedad de Parkinson fue incluso capaz de hablar con más claridad con Tom en su regazo porque acariciarlo relajó su mente y sus cuerdas vocales.
Sin duda aporta alegría a todos los pacientes y el personal del centro.
Rizzo y Hart estaban en lo cierto, este gatito ha aportado un aire renovado y mucho amor al centro y todos pueden decir que ya tienen un nuevo amigo.
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