No es la primera vez que lees una historia sobre la adopción de una perro abandonado, pero estamos seguros que sí será la primera vez que veas como una mujer se lleva a su casa cientos de perros, y no son dálmatas.
Suena una idea un poco descabellada a primera vista pero lo que te contamos es real y verídico. Todo empezó con Diego, un perro de raza Schnauzer que tenía 15 años cuando llegó al refugio de animales de Costa Rica. Estaba mayor y enfermo, pero su vida cambió el día que Lya Battle fue de visita al refugio con sus propios perros.
En esta visita, Lya escuchó a la enfermeras hablar sobre un pequeño perro negro que iba a ser sacrificado ese mismo día por su estado de salud y su edad. Lya no pudo resistirse a llevárselo a casa. En el refugio le dejaron claro el estado en el que estaba, pero ella sabía que tenía que darle una vida mejor el poco tiempo que le quedaba.
Lya afirma que no le importara que sólo le quedaran unas semanas de vida, quería hacerle lo más feliz posible junto a sus otros perros también adoptados. Para sorpresa de la familia, Diego vivió cuatro años más junto a su nueva familia.
Diego no era el único perro de Costa Rica que necesitaba ayuda, ya que este país es conocido por la gran cantidad de perros abandonados en las calles o en refugios, aunque no haya muchos.
Fue entonces cuando Lya tomó la decisión de ayudar a todos los animales que pudiera, especialmente a aquellos que eran mayores y tenían necesidades especiales como Diego. Cuando esta idea empezó Lya vivía con su marido en una pequeña casa con jardín. Contaba con unos pocos perros por lo que el espacio parecía suficiente. Sin embargo, en apenas unos meses el número de perros que vivía con ellos ascendía a 100.
Fue entonces cuando tomaron la decisión de mudarse a una granja en las afueras de la ciudad que había pertenecido al abuelo de Lya y contratar a alguien para que les ayudara a cuidarlos, ya que ellos tenían trabajos durante el día para pagar todos los gastos.
En el año 2009, Lya y su marido fundaron Territorio de Zaguates una asociación/refugio para cuidar a los perros abandonados. A día de hoy en este refugio podemos encontrar unos 600-700 perros abandonados aunque en ocasiones la cifra ha llegado a ascender hasta los 900.
Cada semana adoptan perros pero también llegan nuevos por lo que siempre hay una gran cantidad de animales. Lya asegura saberse el nombre de todos ellos ya que son ella y su marido quienes le ponen su nuevo nombre cuando llegan al refugio.
Los perros tienen cuidadores las 24 horas del día y Lya admite que cuesta mucho dinero mantenerlos pero no le importa porque sabe que está haciendo felices a todos esos animales y por encima de todo está llevando a cabo una buena acción.
¿Qué te ha parecido la actitud de esta bondadosa señora? ¡Comparte la hazaña generosa de esta mujer con todos tus amigos y familiares! Fuente The Dodo