Cualquier padre que se haya enfrentado al contagioso virus conocido como "Exantema vírico de manos, pies y boca", sabrá cómo esta experiencia se puede convertir en una auténtica pesadilla.
Mientras que los niños pequeños menores de cinco años son los más susceptibles, cualquier persona puede contraer esta enfermedad. El virus, normalmente puede encontrarse en lugares repletos de gente donde los niños se relacionan, como las guarderías, lugares para cambiar pañales o los juguetes en los que hayan babeado.
El HFMD (por sus siglas en inglés: Hand, Foot & Mouth Disease), provoca lesiones dolorosas en la boca, erupciones en las manos y los pies, ampollas en los dedos y dañan las uñas.
Sólo se tarda aproximadamente una semana para que se desarrolle esta enfermedad, y los síntomas se pueden tratar con medicamentos como el acetaminofén o paracetamol para reducir el dolor. A menudo, los padres confunden los síntomas con el sarampión, y por eso es tan importante ver a un médico tan pronto como sea posible.
Una madre llamada Joanna conoce el HFMD de primera mano. Después de unos días que de notarla muy irritada y con dolores cuando trataba de beber, una de sus hijas gemelas de 18 meses de edad empezó a tener fiebre - que es uno de los primeros signos de este virus.
Joanna escribía "...después de todas las enfermedades que hemos podido experimentar en mi familia, y habiendo tenido 6 hijos, puedo afirmar que el HFMD ha sido la peor con creces... me atrevo a decir... una enfermedad Bíblica.
Pensábamos que se trataba de un simple sarampión, pero parecía que le dolía mucho. Y cuando fuimos a visitar a su pediatra, nos confirmó que se trataba del HFMD.".
Entonces, ¿Cómo pueden los padres prevenir esta enfermedad tan contagiosa? Es más fácil de lo que puedes pensar...
Los bebés y niños menores de 5 años son los más susceptibles a esta enfermedad llamada "Exantema vírico de manos, pies y boca", o HFMD. Este virus se suele pillar en lugares muy concurridos, como las guarderías o baños públicos.
El HFM se asemeja al sarampión, ya que suele causar dolorosas llagas rojas en la piel.
Los padres deberían fijarse en si existen erupciones cutáneas que no pican con manchas rojas en las palmas de las manos y plantas de los pies.
Una vez pasa el virus, puede haber dañado las uñas. Eso es debido a las ampollas que se forman en la piel bajo las mismas.
Como puedes ver aquí, las uñas de este niño se están pelando. Es algo que se llama Onicomadesis.
Es realmente importante mantener las manos de tus hijos bien limpias: es la manera más efectiva que tienen los padres de poder evitar esta horrible enfermedad.
Mientras antes avises al pediatra, menos niños acabarán enfermando.
Recuerda: lávate las manos a menudo para reducir el riesgo de contagio del HFMD o de extender el virus.
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Fuente: LittleThings