¿Quién no ha soñado alguna vez con dejarlo todo e irse a dar la vuelta al mundo? Aunque no te lo creas más gente de la esperada lo hace y experimentan todo tipo de aventuras y nuevas experiencias. Sin embargo, todos han admitido sentirse un poco solos a lo largo del camino y echar de menos la compañía de alguien conocido.
Eso no le ocurrió a Liz Clark quién resolvió este problema al llevarse a su viaje a un compañero totalmente inesperado.
Sigue leyendo para descubrir la fascinante historia de estos dos amigos que ha cautivado a todo el mundo.
Liz decidió dejarlo todo para viajar por todo el mundo en su barco, pero no lo hace sola, la acompaña Tropicat, su gato.
Su vuelta al mundo empezó en el año 2006. Era camarera en San Diego y fue entonces cuando le ofrecieron una oportunidad única: un barco Cal 40 en perfecto estado y una cámara para que documentara todos sus viajes por el mundo.
Sin pensárselo dos veces, Liz aceptó el reto.
Viajó sola por remotos lugares del globo terráqueo hasta el año 2013, cuando su camino se cruzó con Tropicat, un gato callejero al que decidió adoptar cuando se coló en su barco y llevar en su vuelta al mundo.
Liz admite que fue un poco difícil al principio ya que era un gato callejero y tenía que acostumbrarse tanto a ella como a la vida en el barco pero que ahora es todo un marinero.
Desde entonces Tropicat viaja a todos lados con ella.
Tropicat había encontrado un hogar y alguien que le quisiera por lo que no iba a desperdiciar la oportunidad de su vida.Ahora los dos hacen todo tipo de actividades juntos cuando Liz para el barco en una nueva localidad.
Van de pesca.
De paseo.
Incluso celebran las fiestas juntos.
Liz admite que se ha encontrado un gato peculiar no sólo porque disfruta estando rodeado de agua sino que hay veces que se comporta como un perro.
Liz ha inventado todo tipo de objetos para mantener a Tropicat a salvo y poder llevarlo siempre con ella.
Ahora Liz se siente siempre acompañada y aunque es irremediable que eche de menos a su familia y a sus familias está viviendo una experiencia única en el vida, y no hay nadie mejor para compartirla que su amigo gatuno.
Además Tropicat se convierta probablemente en el gato que más mundo a visto.
Liz duerme con su gato bajo las estrellas todas las noches, dando las gracias por el aire puro del océano y por poder disfrutar de una oportunidad única en la vida junto al que ahora es su mejor amigo. Podrás disfrutar de todas sus aventuras gracias a su cuenta de Instagram.
Comparte la historia de esta chica y su gato con todos tus amigos. Fuente: Honest To Paws