Los españoles tenemos la suerte de vivir en uno de los países con más horas de luz solar de toda Europa junto a Italia, Francia, Croacia, Cerdeña y Portugal. De media, disfrutamos de más de 8,2 horas de luz al día, o lo que viene siendo entre 2.500 y 3.000 horas de luz al año.
En la otra cara de la moneda se encuentran países como Reino Unido o Escocia, los cuales a penas pueden pasear por sus calles sin encender las farolas entre 3,3 y 4,3 horas al día, pues a lo largo del año solo tienen entre 1.200 y 1.600 horas de luz solar.
España sin vitamina D
Curiosamente, aún siendo uno de los países con más soleamiento, en España existe un déficit de vitamina D (la famosa vitamina del sol) muy parecido al de países que viven constantemente en penumbra.
Según un estudio publicado en la Revista de Osteoporosis y Metabolismo Mineral, las personas de entre 18 y 60 años sufren un déficit de vitamina D del 50%. Problema que se agrava entre los mayores de 60 años, quienes llegan a sufrir un déficit de hasta el 87%.
¿Cómo es esto posible? Según los datos del estudio, este déficit se debe a que, a pesar de tener sol suficiente, no lo tomamos como deberíamos. Paradójicamente, los niveles más bajos de vitamina D se detectan en los meses de verano debido a las altas temperaturas, sobre todo en ciudades del sur de España, donde la población evita la exposición al sol en las horas centrales del día. Vaya, el mundo al revés...
La vitamina D es una vitamina que nuestro cuerpo no fabrica, necesitamos la luz del sol para sintetizarla. De hecho entre el 80-90% de esta sustancia se produce gracias al sol y solo el resto la obtenemos a través de la dieta. El problema es que vivir en una ciudad soleada no asegura unos niveles de vitamina D adecuados teniendo en cuenta que muchas personas van de la casa al trabajo y del trabajo a casa.
¿Que factores reducen la producción de vitamina D?
- La protección solar: bloquea la producción de vitamina D.
- El peso: las personas obesas necesitan más vitamina D.
- La edad: cuanto más mayores somos, menos capacidad tiene nuestro cuerpo de sintetizar vitamina D.
- La contaminación: ya que impiden que los rayos del sol lleguen a nuestra piel.
- El consumo de refrescos: debido a que consumen el calcio de nuestro cuerpo, lo que afecta directamente a los niveles de vitamina D.
Problemas asociados a la falta de vitamina D
La deficiencia de vitamina D está asociada con la osteoporosis y se cree que aumenta el riesgo de cáncer y de enfermedades cardiovasculares, según el informe A systematic review of vitamin D status in populations worldwide, realizado por la Biblioteca Nacional de Medicina y el Instituto de Salud Nacional de Estados Unidos. Los investigadores también estudian su vínculo con enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple.
Además, puede causar raquitismo en niños, una enfermedad rara que hace que los huesos se vuelvan blandos y se doblen.
¿Cómo podemos prevenir un déficit de vitamina D?
El sol, como todo en esta vida, hay que tomarlo con moderación. Cada vez nos exponemos menos al sol pues estamos convencidos de que es nuestro mayor enemigo, después de todo, estamos hartos de oír que tomar el sol puede causar cáncer de piel y nos envejece.
Pues bien, aunque la afirmación anterior es cierta, nada de eso sucede si se hace un buen uso de los rayos que irradia nuestra estrella favorita. Evidentemente, pasar varias horas tostándose al sol es perjudicial para la pie, sin embargo, tomarlo unos 20 minutos al día con aproximadamente el 40% de nuestra piel al descubierto, no solo es beneficioso, sino que es indispensable si queremos nutrir a nuestro cuerpo como se debe.
Por otra parte, además del sol, también es buena idea tomar alimentos ricos en vitamina D como el aceite de pescado, la yema de huevo o el salmón.