Ocurre más a menudo de lo que debería pero no es raro escuchar historias de animales que han sido abandonados a su suerte en el interior de contenedores de basura. Ningún animal se merece ese trato, hay muchas más soluciones antes de hacer algo como eso a un pobre ser indefenso; desgraciadamente hay gente que lo hace y no se arrepiente ni piensa en ello.
Algunos de estos animales tienen suerte y son encontrados a tiempo pero otros no corren el mismo destino. Por suerte para nosotros, la historia del gatito que te traemos hoy tuvo un final más que feliz.
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Una chica escuchó los llantos de un gatito que provenían del interior de un contenedor de basura. Se acercó corriendo y abrió la tapa para encontrar a un pequeño gato que no podía ni abrir sus ojos. El gatito tenía tan sólo una semana de vida por lo que la chica lo cogió y se lo llevó al veterinario.
EL veterinario le dijo que el gatito tenía una pata rota y algunos problemas de salud pero con cuidado podría curarse y crecer perfectamente.
La chica lo cuidó y lo alimentó con biberones, asegurándose cada día de que sanaba correctamente. Conforme iba creciendo, se dieron cuenta de que el gato era mucho más especial de lo que pensaban. Es un gato de raza calicó.
Esta raza se caracteriza por su pelaje tricolor, que indica que son hembras, al menos la mayoría ya que este era un macho. De cada tres mil gatos de esta raza sólo uno es macho y por ello era tan valioso.
El gato ha crecido perfectamente y ya está sano pero sobre todo tiene un hogar con alguien que le quiere y le cuida todos los días. Ahora es feliz y se siente más especial que nunca.
¡No olvides compartir la historia de este gatito con todos tus amigos! Fuente Little Things