La historia de hoy trata de superación y de cómo con la ayuda adecuada todo puede mejorar. Nam Phon es un elefante de 55 años que ha pasado la mayor parte de su vida trabajando en Tailandia, llevando maletas y a turistas para diversas empresas que normalmente explotan a estos animales.
Por suerte para Nam Phon, existe una organización llamada "Wildlife Friends Foundation Thailand" (WFFT) que lo encontró a tiempo para ayudarle y le dieron una segunda oportunidad para tener una vida mejor y no sólo eso, sino que además ha hecho una nueva mejor amiga, Jele.
Los trabajadores de esta organización estaban preocupados por su estado de salud, pero lo peor vino cuando un día se desmayó, tantos años de trabajo habían afectado a sus piernas.
Tuvieron que utilizar una grúa y un arnés para poder mover al elefante y mantenerlo de pie durante un par de días.
En la organización querían ayudarle y buscar un remedio para intentar curar lo que le ocurría en sus piernas. La solución fue peculiar: terapia de agua.
Tom Taylor, el asistente general de la organización explicó cómo funciona: Nam Phon utiliza la piscina una vez al día todo el tiempo que quiera y necesite.
La terapia funciona igual que con los humanos, el agua alivia las extremidades y le ayuda a fortalecer los músculos por la resistencia que ejerce el agua.
¿Lo mejor? Que además le encantan esta terapia.
Poco a poco se está fortaleciendo y ya puede andar por sí mismo, pero cómo le sigue gustando tanto la piscina le siguen dejando usarla.
De momento el refugio ha decidido dejarle puesto el arnés en caso de que haga falta tener que volver a levantarlo, pero se está recuperando perfectamente y se puede ver que ya anda también sobre tierra firme.
No hay duda de que los trabajadores han hecho un gran trabajo con este elefante y sin duda podrá vivir el resto de sus días de una forma apacible y digna.
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