Los dulces son algo lo que pocos se pueden resistir. Sin embargo, la repostería no es tan sencilla y la mayoría de las recetas suelen tener muchos ingredientes, con medidas muy exactas, y pueden llegar a ser complicadas de preparar.
Pero, por suerte, no siempre es así. Este dulce que os traemos es muy sencillo, ¡tan sólo necesitas dos ingredientes! Podrás tenerlo listo en un periquete y, lo mejor de todo, ¡está delicioso!
Estos son los únicos ingredientes que necesitas:
- leche condensada
- pepitas de chocolate
¿A qué esperas para probarlo? ¡No podrás resistirte a él! Sencillo pero delicioso
Este postre no puede ser más fácil. A veces menos es más y con tan sólo dos ingredientes que puedes comprar en cualquier supermercado, puede hacer un dulce tan increíble como éste.
Oro líquido
Lo primero que necesitas es una lata de leche condensada. No la confundas con la leche evaporada porque el resultado no tendrá nada que ver. La leche condensada es tan espesa y dulce....¡mmmm!
Irresistible chocolate
El segundo ingrediente son pepitas de chocolate. ¿Qué puede salir mal mezclando dos cosas tan deliciosas como éstas?
Mezclarlo bien
Una vez que tengas los dos ingredientes en un recipiente apto para microondas, mézclalos bien hasta que las pepitas estén cubiertas con la leche condensada.
Microondas
Introduce la mezcla en el microondas durante 1 minuto. En caso de que no tuvieras microondas también puedes ponerlo al baño maría; sólo tienes que tener cuidado de que no se te pegue.
Mezcla pegajosa
El resultado que obtendrás será una masa viscosa y pegajosa que ya tendrás ganas de probar. Pero espera un poco, ¡aún no está listo!
Opcional: añadirle algún complemento
Si quieres, puedes añadirle algún complemento para hacerlo aún más delicioso. Debes echarlo justo después de sacarlo del microondas, cuando aún esté caliente. Algunas opciones pueden ser: café, nueces, extracto de vainilla. ¡Deja volar tu imaginación!
Vuelve a remover
Con una cuchara de madera, vuelve a remover la mezcla. Se irá enfriando e irá cogiendo consistencia.
Un molde
Coge un molde y cúbrelo con papel de aluminio o papel de horno. Échale un poco de mantequilla o de aceite en aerosol para evitar que la pegajosa masa se pegue.
Extiende la masa
Distribuye de forma uniforme la crema por todo el molde y deja enfriar en la nevera al menos dos horas. ¡Ya casi está!
Sácalo del molde
Una vez se haya enfriado, voltea el molde y retira el papel con la ayuda de un cuchillo si fuese necesario.
Ahora sí
Córtalo en piezas largas y rectangulares, y después cada una de ella en varios cuadraditos. Ahora sí que sí. ¡Listo!
Podrás disfrutar de este riquísimo postre elaborado con tan sólo dos ingredientes. Por si tienes alguna duda, aquí tienes el vídeo con la receta completa.
¡Compártelo con tu familia y amigos para que ellos también puedan disfrutar de esta delicia! Fuente: Faithtap Imagen de portada: Youtube