Uno de los peores temores que una madre puede experimentar en su vida es cuando su pequeño se pierde. Se vuelve presas del pánico y no sabe qué hacer ni cómo actuar. Eso en cuanto a los humanos, pero nadie se imaginaba que a las madres vaca les ocurriría lo mismo.

Jacqueline es un granjero que reside en el estado de Washington, y que tiene un rebaño de vacas. Recientemente, una de ellas dio a luz a un precioso ternero macho, y no podía estar más feliz de tener a su pequeño.

Sin embargo, un día cuando su madre se despertó y no encontraba a su bebé por ningún lado, a la pobre le dio un ataque de pánico. Por norma general, cuando ella muge, el pequeño se acerca rápidamente ante la llamada de su madre. Pero eso no fue lo que sucedió esa trágica mañana, por lo que Jacqueline y unos cuantos amigos decidieron ofrecer su ayuda para buscar al pequeño.

No tardaron mucho en encontraron al pobre ternero, el cual estaba tumbado en la hierba, solo y confundido porque no sabía donde estaba su querida mamá.

Afortunadamente, la vaca madre los siguió hasta allí y estaba encantada de tener a su cría de nuevo, y no dudó en mostrar su agradecimiento a sus ayudantes antes de que regresara con su bebé de nuevo al pasto.

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