La historia que te traemos a continuación es de esas que marcan de por vida a la persona que lo ha vivido. Le llega tanto al corazón que se siente obligado a hacer algo para solventar la situación, y se intensifica más cuando hay un animal de por medio
Hace siete años, Nicole Rienzie iba en el coche con su madre cuando vieron como un pequeño gato se lanzaba en frente de su coche. Tuvo que reaccionar muy rápido y frenar para no atropellarlo.
Cuando el coche estaba parado, se bajaron para comprobar que el gato estaba bien y no le habían causado ningún daño. Fue entonces cuando se dieron cuenta de que era muy pequeño y se encontraba en mal aspecto. Estaba muy delgado, probablemente de no comer, cubierto de bichos y sus ojos estaban infectados.
No pudieron resistirse, y se lo llevaron a casa con ellas. Lo limpiaron, lo alimentaron y lo cuidaron, y rápidamente se convirtió un miembro esencial de la familia.
Lo llamaron Sergio, pero cuando creció y vieron su personalidad salvaje y activa le cambiaron el nombre a Monkey, aunque la mayoría de las veces le llaman Monk.
Lo peculiar de Monk es que cuando se le cayeron los dientes de leche y le empezaron a salir los de adulto, se dieron cuenta de que tenía dos colmillos más largos de lo habitual, dándole un aspecto de vampiro gatuno.
Son mucho más largos que un colmillo de gato normal ya que tienen más de 1 centímetro de largo.
Al principio se preocuparon por si esto podría afectar a su salud o a su forma de comer, pero el veterinario les aseguró que estaba perfectamente y que no existía ningún problema por su condición.
Nicole ha explicado que a menudo la gente quiere hacerse fotos con él cuando lo ven por la calle o en la consulta del veterinario ya que nunca han visto un gato así. Fue esta la razón por la que en 2013 decidió abrirle una cuenta de Instagram a Monk. A menudo la gente piensa que los dientes son falsos y le escriben comentarios preguntando por ellos.
Monk tiene un hermano llamado Bean, otro gato negro que cogieron de un refugio un año después de rescatar a Monk. Se hicieron amigos y ahora son inseparables. Monk y Bean son unos gatos peculiares ya que les gusta salir a pasear con Nicole y montarse en el coche con ella.
Nicole asegura que a pesar de su aspecto terrorífico Monk es realmente dulce.
¡Comparte estas fotografías del curioso gato con todos tus amigos! Fuente The Dodo