Dicen que los perros se parecen a sus dueños. Y esta consideración ha sido la base del proyecto fotográfico de Ines Opifanti, una fotógrafa de Hamburgo, Alemania.
Se dedica a fotografiar a los dueños de perros mientras tratan de imitar sus expresiones. Hace 3 años adoptó un cachorrito y enseguida se dio cuenta de lo fácil que le resultaba copiar las expresiones faciales humanas.
Pero eso le dio que pensar... ¿Qué pasaría si fuese al contrario? ¿Cuánto le costaría a los humanos imitar las expresiones faciales de los perros?
Le entró tanta curiosidad por probarlo, que invitó a diversos voluntarios consiguiendo reunir a más de 30 extraños con sus perros con los que pudo realizar el experimento.
Y lo cierto es que el resultado es digno de ver. Parece que los dueños también son bastante buenos interpretando las emociones de sus amigos peludos. ¡Esperamos que los disfrutes!
Hace casi tres años adopté a un cachorrito
Y me di cuenta de que le encantaba imitar las expresiones faciales humanas
Incluso aprendió a sonreír como un humano, cada vez que le acariciaba la barriguita, respondia con una enorme sonrisa de oreja a oreja
Pero.. ¿Qué pasaría si fuese al revés? ¿Somos capaces de imitar a nuestros perros?
Tenía tanta curiosidad que invité a más de 30 personas con sus perros para participar en este proyecto
Y me di cuenta de que las personas son bastante buenas imitando a sus compañeros peludos
Y esta es la imagen que lo empezó todo. Aquí están Fleur e Inés.
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Más información: ines-opifanti.com