La mayoría de la gente nunca se ha encontrado ni ha visto a este cangrejo terrestre. Con el tamaño de un perro pequeño, el cangrejo cocotero es el artrópodo más grande del mundo, llegando a pesar hasta 4 kg. Estos cangrejos se parecen más a un extraterrestre que a una especie de la tierra.
Hay muchos datos espeluznantes acerca del cangrejo cocotero. Estos animales pueden usar sus largas patas de 1'20 metros para ir rápidamente de un lugar a otro, excavar en el suelo agujeros profundos e incluso trepar a los cocoteros.
El cangrejo cocotero es una verdadera maravilla de la naturaleza y consigue asustar y despertar el interés de cualquiera que esté cerca. Sin embargo, aunque algunos piensan que son inofensivos, otros los hacen sospechosos de crímenes mayores.
Christmas Island Tourism Association/Facebook
A continuación te proporcionamos doce datos del cangrejo cocotero que probablemente desconoces.
1- Tienen un montón de patas y pueden levantar hasta 27 kg.
Al igual que todos los crustáceos de su clase, su cuerpo se divide en diferentes partes. La sección frontal, llamada cephalothorax, consta de 10 patas y el abdomen. Las dos patas delanteras tienen unas pinzas poderosas, seguidas de dos pares de patas fuertes para caminar con las puntas afiladas.
Esta combinación les permite que trepen con habilidad superficies verticales, incluyendo arboles. El cuarto par de patas más pequeñas, tienen garras para labores más precisas, como el apareamiento, cuidado de los huevos o hacer un nido.
2- ¿Se comieron a Amelia Earhart?
Debido a su tamaño y fuerza, esta criatura arrastra una tradición mítica sobre ellas. Hay una teoría que dice que están vinculados a la desaparición histórica de Amelia Earhart, que desapareció del radar mientras volaba en su avión sobre el Océano Pacífico en 1937.
Tres años más tarde, los investigadores descubrieron un trozo de hueso humano en una isla, en la zona que parecía coincidir con la desaparición del avión.
Una teoría poco probable mantenía que había perecido en algún lugar de esa isla después de un encuentro con un cangrejo cocotero. Para comprobar esta teoría, los investigadores llevaron a cabo un experimento utilizando cerdos.
Cuando salieron los restos a la intemperie, los cangrejos se los comieron rápidamente y esparcieron los huesos alrededor, de forma similar en la que fueron encontrados los supuestos huesos de Earhart. Aunque no hay manera de estar seguro, puede ser una posibilidad.
3- Puede romper los cocos con sus garras.
Estos grandes omnívoros consumen muchos alimentos diferentes, aunque su favorito es el coco. A pesar de que la cáscara exterior es muy dura, estos cangrejos comienzan rasgando poco a poco la cáscara hasta que la eliminan por completo.
Puede llevarle horas e incluso días. Utilizan sus garras para profundizar en uno de los agujeros del coco hasta que consiguen una abertura y succionan el liquido antes de romper el coco. Después se comen la carne tierna y blanca del interior, constituyendo la mayor parte de su dieta.
Utilizan su increíble sentido del olfato para encontrar todo tipo de golosinas de playa. El cangrejo come de noche, cogiendo la fruta podrida, la médula de los árboles caídos, y otros bocados que descubre al amparo de la oscuridad.
4- Las personas pueden contagiarse al comerlos.
Los habitantes de las islas del Pacifico consideran que son un manjar y un alimento afrodisíaco. Tienen un sabor muy similar a la langosta. La grasa del abdomen y los huevos dentro de la hembra se consideran la parte mas deliciosa. Se pueden preparar al vapor o hervirlas, preferiblemente en leche de coco.
Aunque el cangrejo no es venenoso, se cree que pueden llegar a ser tóxicos después de haber comido ciertas plantas durante un largo periodo de tiempo. Por lo general, no se venden ni se consumen de forma normal. De hecho, comer un cangrejo cocotero en la isla de Navidad se castiga con una multa de unos 5000 €.
5- Tienen una extraña relación con el mar.
A diferencia de la mayoría de los cangrejos, esta criatura gigante se ha adaptado tan bien a la vida en la tierra que se ahogaría si se queda demasiado tiempo en el agua. Aunque ha cambiado las branquias por tejido esponjoso que debe mantenerse húmedo, esto lo consigue a través de la inmersión de sus patas en el mar y su aspiración.
Puede beber un poco de agua de mar para mantener su equilibrio salino y, por supuesto, las hembras regresan al océano cuando tienen que liberar sus huevos. Las larvas resultantes son planctónicas durante aproximadamente un mes hasta que se asientan en el fondo del mar y encuentren su primera concha gasterópoda.
6- Tienen un increíble sentido del olfato.
El cangrejo cocotero es atraído a través de su sentido del olfato. Por lo general, no se acercará a no ser que perciba una bocanada de algo comestible. A diferencia de la mayoría de cangrejos, viven en la tierra y por lo tanto han acortado especialmente sus antenas para detectar olores en el aire a grandes distancias.
Su sistema olfativo es la parte más desarrollada del cerebro del cangrejo cocotero y son atraídos por olores de posibles fuentes de alimento como la carne podrida, frutas o cocos.
7- Darwin los llamó "monstruosos".
Se encuentran en las islas tropicales del Océano Índico y zonas del Pacífico. Pueden vivir en cualquier lugar durante 30-60 años. Sus días transcurren de siestas en rincones sombríos y en búsquedas de cocos, que es su comida favorita.
Su tamaño y la fuerza del cangrejo cocotero es tan impresionante que incluso Charles Darwin dudaba de las historias que contaban los nativos durante su visita a las Islas Cocos, frente a la costa de Sumatra en 1836.
8- Pueden comer gatos, pollos, aves y a veces son caníbales.
A pesar de su tamaño intimidante, el cangrejo es más un oportunista que un depredador. Aunque se sabe que come cosas de tamaño considerable como pollos o gatitos, tiende a recoger lo que otros se han dejado atrás.
Es uno de los pocos animales que se come a otros de su misma especie, así como su propio exoesqueleto, una vez que lo muda. Los expertos creen que esta práctica le ofrece una gran cantidad de calcio para el crecimiento asombroso de estas criaturas.
9- Su garra es increíblemente poderosa.
Aunque solo la idea de ver a un cangrejo de este tamaño impresiona, hay quienes se meten con ellos. Pero si logran capturarte un dedo, lo más probable es que parta tu hueso en dos partes. También les gusta aferrarse a las cosas.
Si tiene su garra alrededor de un coco o un árbol, tendrá un agarre muy firme. Se ha desarrollado un método para adormecerlos, que consiste en hacer cosquillas en la parte baja de su cuerpo.
10- Podrían estar en peligro de extinción.
A pesar de su curiosa apariencia y comportamiento, no sabemos si están en peligro de extinción. No hay duda de que son criaturas extrañas, con una increíble capacidad de adaptación, que pueden ser vulnerables al mayor depredador de todos, el ser humano.
Aunque su hábitat es relativamente pequeño, los investigadores aún no han calculado su población total, categorizándolos como "datos insuficientes". Se han implementado estrategias para protegerlos de los seres humanos, como el limitar el número de cangrejos que se pueden capturar y aplicar un proceso muy estricto de concesión de licencias de captura.
11- Puede llegar a ser enorme.
Al igual que otros de su especie, los cangrejos cocoteros comienzan su vida en el mar, flotando libremente hasta que encuentran la concha perfecta para vivir. Una vez que establecen su casa, pueden comenzar su transición a vivir en la tierra.
A pesar de que la concha es cómoda y segura, se transforma en demasiado pequeña para el cangrejo, y se ven obligados a abandonarlas y salir a buscar una nueva con más espacio. Después de un año de pasar de concha en concha, el cangrejo debe vivir sin ésta. Las partes de su cuerpo que estaban protegidas rápidamente se endurecen a través de un proceso de recalcificación, y el cangrejo entonces es libre para crecer y convertirse en gigantesco.
12- Caen de los árboles.
Una de las cosas más curiosas sobre el cangrejo de coco es su capacidad para tirar los cocos escalando a los árboles.
Una vez que le quita la cáscara, coge el coco con sus garras y se sube a un árbol de al menos 10 metros de altura, tirándolo desde arriba, consiguiendo que se agriete al caer contra el suelo.
Esto hace que sea más fácil comer sin demasiada mano de obra. Bajar del árbol no es tan fácil por lo que a menudo, optan por la caída libre si la altura no supera los 4.5 metros.
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