Las mujeres, por desgracia, todavía se encargan más que los hombres de las tareas domésticas, al menos en la mayor parte de los casos. Esto, sin duda, conlleva cada vez más a problemas de pareja.
En pleno siglo XXI, son muchas las que ya no están dispuestas a acarrear con todas las tareas del hogar, además de criar a sus hijos y sus trabajos fuera de casa. Y es que, según un estudio, incluso aquellas que tienen horarios de trabajo más extensos y salarios más altos que los de sus parejas, se dedican más a las tareas domésticas.
g-stockstudio / Shutterstock
Pero no sólo eso, un nuevo estudio llevado a cabo por Columbia Business School y la Universidad William Patterson, ha encontrado que las mujeres además asumen de manera desproporcionada otra trabajo, a la que ellos llaman "tareas domésticas mentales."
Ese trabajo implica llevar un seguimiento de las cosas que hay que hacer en casa y recordarle a los demás miembros de la familia qué tienen que llevarlo a cabo. Por ejemplo, recordarle a su pareja que lave la camisa que necesita para un evento o acordarse de que falta leche y yogures en la nevera.
Andrey_Popov / Shutterstock
Los investigadores descubrieron que las mujeres son más propensas a recordarle a sus parejas cosas que les benefician a ellos; sin embargo, los hombres tienden a acordarse menos de las cosas de sus parejas, exceptuando los casos en los que ellos son los beneficiados.
Y esto no sólo ocurre en el ámbito doméstico o en las relaciones de pareja, sino que esta dinámica se expande al lugar de trabajo, a las relaciones con amigos y familiares e, incluso a las parejas del mismo sexo. Por lo general, una mujer se encarga en el ámbito laboral de recordarle a todo el mundo que cumpla con sus tareas.
Rawpixel.com / Shutterstock
Este desequilibrio de trabajo mental entre hombre y mujeres puede llegar a ser perjudicial en una relación. Y es que este exceso de carga puede aumentar la "distracción y la ansiedad" en las mujeres, según el estudio. Esto puede llevarlas a resentirse y replantearse su relación.
Andrey_Popov / Shutterstock
Las parejas que comparten las tareas del hogar viven más años, tienden menos a la depresión y tienen mayores niveles de satisfacción en la pareja; además que practican más sexo. ¡Compartir es vivir!
