Después de la muerte de sus amadas mascotas con las que pasaron más de 16 años, Therese Vu y su marido, Duc Tran, nunca pensaron que aceptarían a otro cachorro en su familia, simplemente era demasiado doloroso para ellos.
Así pensaban hasta que conocieron a Kanga y Roo, una pareja de chihuahuas hermanos a los que les faltaba las patitas delanteras. Desafortunadamente, los cachorros nacieron sin ellas probablemente a causa de la cría selectiva. Las necesidades especiales de estos dos cachorros resultaron ser demasiado para su antiguo propietario, que terminó entregándolos a Angels Among Us, una organización dedicada al rescate de animales.
Ahí es donde Vu y Tran vieron por primera vez a este par de cachorros. "Tan pronto como vi a Kanga y Roo supe que formarían parte de nuestra familia", afirmaba Vu.
Por supuesto, el cuidado que necesitan este tipo de animales con necesidades especiales son un poco diferentes al que recibe un animal normal; perros como Kanga y Roo enfrentan diferentes desafíos a lo largo del día que para otro perro no supondría ningún problema. Algo tan simple como subir unas escaleras supone una verdadera hazaña para ellos.
Para Vu y Tran la minusvalía de los cachorros no supuso ningún problema. "Desde el primer momento en que interactuamos con ellos se adueñaron de nuestros corazones, luego se apoderaron de nuestra casa y ahora han cambiado por completo nuestras vidas", afirmaba Vu.
La pareja adoptó a Kanga y Roo en junio de 2013 y a día de hoy no pueden imaginar la vida sin ellos.
Descubre más sobre la historia de Kanga y Roo.
Therese Vu y Duc Tran nunca pensaron que abrirían la puerta de su casa y de sus corazones a más perritos después de que sus mascotas muriesen; sin embargo, encontraron a Kanga y Roo, un par de chihuahuas hermanos que debido a la cría selectiva nacieron sin patitas delanteras.
Hoy en día, los perros tienen cinco años de edad y el hecho de no tener las patas delanteras no les quita de tener una vida plena y feliz.
Vu y Tran también se aseguraron de que su casa fuera accesible para ellos, eliminando posibles obstáculos e igualando el nivel del suelo para que Kanga y Roo pudieran deambular por la casa con facilidad.
Aunque nacieron sin patas delanteras son unos cachorros muy inquietos, se desembuelven fantásticamente tanto dentro como fuera de la casa. Parece ser que su energía no tiene límites. No paran de correr de un lado para otro todo el día.
Les encanta explorar el mundo. Ni a Kanga, el macho blanco, ni a Roo, la hembra canela, parece importarles que solo poseen sus patas traseras. Se divierten pasando el rato con otros animales, jugando y acurrucándose el uno con el otro todo el día.
Como puedes ver, siempre están dispuestos a hacer nuevos amigos.
Nunca se separan el uno del otro. Se quieren y se dan amor como buenos hermanos.
A veces necesitan ayuda para desplazare pero Vu y Tran tienen la solución perfecta para ellos. Afortunadamente, la pareja conoce a una persona que trabaja realizando prótesis para humanos, por lo que les fue fácil fabricar unos jerseys diminutos para los perros con el mismo material que usan las personas con prótesis para prevenir rozaduras e irritaciones.
Cuando necesitan moverse con rapidez y facilidad, Kanga y Roo se montan en su pequeño patín y corren que se las pelan.
Cuando no están dando vueltas con los ruedines o jugando en el jardín se dedican a acurrucarse el uno con el otro. Parece que a Kanga le gusta usar a Roo como almohada.
Juntos, y gracias a sus cuidadores, este par tendrá unas vida feliz y agradable. Vu y Tran están intentando crear consciencia sobre los peligros que acarrea la crianza selectiva y la endogamia, para evitar que las generaciones futuras nazcan con malformaciones o algún tipo de problema derivado de esta práctica.
Si esta graciosa pareja te ha llegado al corazón, puedes mantenerte al día sobre las aventuras de Kanga y Roo en su pérfil de Facebook.
¡Comparte la historia de estos dos valientes perritos con todos tus amigos! Fuente: Littlethings