El instinto maternal es un poderoso sentimiento que está presente en todas madres de todas las especies. Independientemente de si ellas mismas están en peligro o no, no dudan en entrar en acción para defender con valentía a sus bebés en caso de problemas. Por otro lado, también suelen ser bastante cautelosas con los extraños ante la desconfianza de si estos se acercan para ayudar o para perjudicar a su familia.
Petunia, una mamá perrita callejera, se encontró con este mismo dilema cuando los equipos de rescate la encontraron en un aparcamiento. Al verla por primera vez, no comprendían por qué el animal actuaba de forma esquiva y nerviosa, como intentando ocultar algo...
La duda quedó disipada cuando cerca de ella encontraron a su bebé, una cría de tan solo tres días de edad a la que estaba intentando proteger de cualquier daño.
¡Atención a las fotos de esta valiente mamá cuando fue rescatada junto a su cría! [the_ad_placement id="social-sharing"]
La pequeña Petunia de pelo gris rizado, llevaba sin hogar durante meses y solía frecuentar locales cercanos de comida donde de vez en cuando la gente le daba algo de comer.
Pero en cuanto la organización Hope for Paws oyó hablar de ella, se dispuso a sacarla de las calles.
El equipo siguió su rastro desde el establecimiento donde fue vista por última vez ¡y consiguieron dar con su escondite! La perrita corrió a refugiarse debajo de un coche cuando vio a los extraños acercarse.
Eldad Agar, fundador de la organización, se arrodilló y se asomó bajo el coche para localizarla. Al principio la perrita parecía aceptar la aproximación, pero de repente se puso nerviosa y volvió a huir.
Afortunadamente, Agar fue más rápido y consiguió agarrarla de una pata antes de perderla de vista.
Lo cierto es que la decisión de Agar fue bastante arriesgada porque nunca sabes cómo puede reaccionar un animal ante un contacto de este tipo y, aunque al final consiguió sacar a Petunia de debajo del camión, ésta podría haberle mordido para liberarse.
"La gente siempre me pregunta que cómo me atrevo a emplear una táctica tan agresiva y arriesgada (como en este caso, retener a un perro agarrándolo de una pata). Y siempre les respondo lo mismo: prefiero asumir esos cinco segundos de estrés y peligro, antes que perder la oportunidad de regalarles una vida mejor", explicaba Agar a the Dodo.
Una vez que la tuvo entre sus brazos, se dio cuenta de la razón de su miedo. Se percató de que la perrita estaba en periodo de lactancia, lo que significa que tenía una cría cerca.
¡Y así fue! Poco después encontraron a un pequeño cachorro entre un montón de hojas junto a unos arbustos. El bebé no tenía más de tres días de vida y lo llevaron cuidadosamente de nuevo al lado de su madre para ayudarlo a calmarse.
Agar estaba inquieto por si aún había más cachorros escondidos alrededor de las instalaciones, por lo que decidieron hacer un barrido de la zona.
Pero Petunia tenía puesta toda su atención en el único cachorro a la vista, al que decidieron llamar Pétalos.
Una vez estuvieron seguros de que no había más crías por la zona, llevaron a madre e hija al veterinario para un chequeo.
Afortunadamente, ambos perritos estaban en buenas condiciones, y más ahora que se encontraban juntos, lejos de las calles y del peligro.
¡Ya solo queda esperar! Tan pronto como el pequeño Pétalos abra los ojos, la familia podrá ser adoptada en un hogar lleno de amor. Si te gustaría que Petunia y Pétalos encuentren un buen hogar como todo perro debería tener,
¡no dudes en compartir su historia con todos tus amigos y familiares! Fuente: Littlethings / The Dodo Imagen principal: Flickr / Hope For Paws