Todos nos hemos golpeado por accidente alguna vez y hemos tenido que soportar las consecuencias de ese descuido. Además de aguantar un intenso dolor cuando nos hacemos daño, luego además nos vemos obligados a lucir un precioso cardenal que va cambiando de color conforme pasan los días...
Las contusiones son causadas por la rotura de pequeñas venas y vasos sanguíneos que se encuentran bajo nuestra piel. Tras la lesión, los glóbulos rojos de la sangre se filtran y se agrupan debajo de la piel, produciendo esas antiestéticas marcas de colores.
La mayoría de los moretones se curan por sí mismos, ya que el cuerpo descompone las células de la sangres acumuladas durante el proceso de reparación. Sin embargo, existen algunos remedios caseros que pueden acelerar ese proceso de curación.
Conoce a continuación las diferentes etapas por las que pasa un hematoma según explica la doctora Tina M. St. John y di adiós a esas feas marcas en la piel gracias a las soluciones que os proponemos al final del artículo:
ETAPA 1: Rojo
Existen cinco tipos de colores diferentes, cada calor tiene un tono y un significado diferente. La variación que percibimos en la zona del golpe se debe a la agrupación de la sangre, su descomposición y por último su renovación.
Los hematomas pueden aparecer a las pocas horas o incluso días después de que recibamos un golpe. La rapidez con la que aparece se debe a la profundidad a la que se encuentra la pequeña hemorragia producida por el golpe.
Un hematoma tendrá un aspecto rojizo brillante durante la primera. La sangre fresca, rica en hierro y oxigenó, se filtra desde los vasos sanguíneos hasta la parte superior de la piel.
ETAPA 2: Azul
A veces, el hematoma puede cambiar de color en cuestión de horas. La sangre que inicialmente provenía de los vasos sanguíneos pierde su contenido en oxígeno, dando como resultado una sangre más oscura que adquiere un tono azulado o morado.
Si tienes una lesión bastante profunda, quizás te saltes la etapa 1, ya que puede que para cuando la sangre suba hasta la superficie tenga un color violáceo.
ETAPA 3: Morado
Muy parecido al aspecto azulado, el tono morado aparecerá tras unos días después de que se produzca la lesión.
Dependiendo de lo profunda y contundente que fuese la lesión, el tono del hematoma será más intenso, pudiendo llegar a presentar algunas zonas negras.
Durante esta etapa se están produciendo nuevos glóbulos rojos y se están transportando hasta el lugar de la lesión.
ETAPA 4: Verde
Al cabo de unos días, el hematoma comenzará a tomar un color verdoso.
A medida que los glóbulos rojos se descomponen producen hemoglobina, una proteína que contiene hierro. Durante la curación, el cuerpo convierte la hemoglobina en nuevos productos químicos que causan estos nuevos colores en la superficie de la piel.
En este punto, el hematoma puede que tenga el centro verde y un contorno púrpura azulado.
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ETAPA 5: Amarillo
Durante la fase final, el hematoma no mostrará un color verdoso o morado. Llegados a este punto la mayoría de la hemoglobina habrá sido descompuesta produciendo bilirrubina, lo que dará ese tono amarillento al hematoma.
Tu cuerpo seguirá trabajando hasta que poco a poco desaparezca el cardenal por completo.
SOLUCIÓN 1: Aplica frío
En la mayoría de los casos, los cardenales desaparecerán solos, a menos que tengas una lesión muy grave y necesites atención médica, puedes seguir algunos consejos para reducir el dolor y la hinchazón.
En primer lugar, aplica frío en la zona de la contusión. Puedes utilizar una bolsa de hielo o alguna otra sustancia que esté congelada. El frío ayudará a reducir la hinchazón y la presión.
Aplícalo frío durante 10-20 minutos tres veces al día según explica la web de primeros auxilios WebMD.
SOLUCIÓN 2: Eleva la zona dañada
Utiliza una almohada o un cojín para elevar la zona dañada, de esta manera reducirás un poco la hinchazón al dificultar la llegada de sangre hasta el lugar del golpe.
Es aconsejable aplicar el frío mientras se eleva la zona dañada por encima del nivel del corazón.
SOLUCIÓN 3: Aplica calor
Durante las primeras 48 horas, evita tomar duchas calientes, aplicar calor o consumir alcohol en exceso.
Después de dos o tres días puedes empezar a aplicar calor a la contusión si la mayor parte de la hinchazón ha desaparecido.
Aplica calor en la zona afectada durante 10 o 20 minutos un par de veces al día. Esto ayudará a aumentar la circulación de la sangre, lo que mejorará el proceso de curación.
SOLUCIÓN 4: Comprime la zona
Trata de comprimir el área alrededor de la lesión. Envuelve la zona con una venda elástica sin apretarla demasiado ya que podrías hacer que la hinchazón reaparezca.
Si la zona se entumece o comienzas a sentir cosquilleos es señal de que el vendaje está comprimiendo demasiado la zona tratada.
¡Comparte estos pequeños consejos con todos tus amigos!
Fuente: Littlethings