Científicos del norte de Australia se preparan para ir a la caza el tigre de Tasmania después de que se produjese una serie de "avistamientos" del animal, el cual pertenece a una especie declarada extinta desde 1936.
Para llevar la búsqueda a cabo, los científicos planean instalar más de 50 cámara ocultas en un intento de captar la imagen del también conocido como lobo marsupial o tilacino en el Cabo York, una península situada al noreste del país.
La curiosidad de los científicos se ha despertado después de que se sucedieran dos avistamientos que parecen ser reales en la región, incluyendo uno de Brian Hobbs, un ex operador turístico que informó a principios de marzo que avistó a un grupo de estos animales allá por 1983 después de que alertaran a su pastor alemán.
"Tenían forma de perro, color castaño y algunas rayas a los costados".
Patrick Shears, un antiguo ex guardabosque de la zona que también aseguraba haber visto uno de estos tigres contaba que los aborígenes locales reportaban con regularidad el avistamiento de estas criaturas.
"Los aborígenes han avisado más de una vez de que habían visto a una criatura parecida a un perro que no se trataba de un dingo (un perro australiano nativo)- que se ve a menudo por la noche."
Ellos lo llaman el 'tigre de la luna'. Los describen como criaturas curiosa. Si no te mueves y no haces ruido, se acercan a una distancia razonable para echarte un vistazo.
De Baker; E.J. Keller/Wikimedia
El profesor Bill Laurance, uno de los dos investigadores de la Universidad James Cook que realizó participará en la búsqueda, sostenía que los avistamientos parecían creíbles, aunque admitía que era bastante improbable que la especie hubiera sobrevivido con unos integrantes tan reducidos.
"Hemos analizado las descripciones que recibimos sobre la forma de los ojos, el tamaño, la forma del cuerpo, eu comportamiento y otros muchos atributos y hemos podido observar que no coinciden con los rasgos características de otras especies propias del norte de Queensland tales como los dingos, los perros salvajes o los jabalíes".
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La última criatura conocida de esta especie murió el 7 de septiembre de 1936 en un zoológico en Hobart, la capital del estado de la isla de Tasmania.
Desde entonces ha habido innumerables presuntos avistamientos aunque ninguno ha sido confirmado. Los científicos en Australia también han estado intentando clonarlo.
Se cree que en algún tiempo esta especie vagó por todo el continente aunque finalmente se limitase a vivir en la zona de Tasmania posiblemente obligados por los dingos, unos perros salvajes australianos. A partir de entonces, los colonos los cazaron porque eran considerados una amenaza para sus ovejas.
Curiosamente, esta no sería la primera vez que ocurriría algo así, ya que durante los últimos años varias especies de animales y aves australianas que se creían extintas han reaparecido inexplicablemente.
Aún así, los expertos evalúan estos avistamientos con cierto escepticismo.
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Se cree que la mayoría de los presuntos avistamientos son de gatos o perros salvajes, cuyo número se estima en millones.
Las recientes observaciones del Cabo York han ocurrido en dos lugares distintos que por ahora se mantienen en secreto.
"Todo se está manejando con estricto secretismo, por lo que no podremos decir exactamente dónde estamos llevando a cabo la búsqueda", dijo el profesor Laurance.
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