Dejando a un lado el hecho de que no suelen ser muy estéticos, uno de los mayores puntos negativos que acarrea el uso del famoso "aparato" es el cambio radical que ejerce sobre la dieta, al menos durante las primeras semanas.
Todo aquel que haya adornado su dentadura con brackets sabrá que aunque no te ves obligado a tomar sopas y purés de por vida, resulta poco recomendable tomar ciertos alimentos, tanto por el perjuicio que originan en el tratamiento dental, como por el esfuerzo que requiere retirar sus restos de los alambres.
Si quieres evitar dañar tus brackets a la vez que mantienes tus dientes libres de caries y tu sonrisa libre de restos de comida, es necesario que aprendas qué debes y qué no debes comer durante el tratamiento.
A continuación te presentamos 9 alimentos que debes evitar si tienes brackets:
1- Chicles
Este tipo de golosinas se convierten en tu enemigo número uno en el momento en que decides "ordenar" tu dentadura. Además de que masticar constantemente no se convertirá en tus pasatiempos preferidos después de la conveniente visita al dentista, la textura de los chicles hacen que estos se queden pegados a los alambres y resulte muy difícil su limpieza.
2- Golosinas Duras
No hay nada más dañino para la dentadura que los caramelos y golosinas duras. Obviando la asombrosa capacidad que tienen para originar caries, estos caramelos resultan imposibles de masticar cuando se tiene la dentadura sensible, por lo que únicamente causarán molestias.
Además, cualquier dentista te recomendará que evites los alimentos duros o crujientes, ya que podrían aflojar o despegar los brackets, haciendo que el tratamiento pierda eficacia.
3- Golosinas Blandas
No por ser más blandas resultan menos dañinas que las anteriores. Las golosinas que tanto nos encantan hacen que nuestra dentadura trabaje una y otra vez hasta que las trituramos por completo. Y recuerda, con una dentadura sensible, más trabajo a la hora de cepillarnos los dientes equivale a más dolor.
4- Hielo
Más que morder hielo, tomar bebidas muy frías puede originar cierta molestia a causa de la sensibilidad que adquieren los dientes por las sustancias que se les aplican durante el tratamiento.
5- Frutas Duras
Las manzanas, los melocotones, las nectarinas, las peras... Todas son frutas muy nutritivas y saludables, sin embargo, comerlas puede ser todo un dolor de muelas, nunca mejor dicho. Ingerirlas troceadas pueda resultar llevadero, pero intentar darles un mordisco con los brackets recién ajustados resulta una tarea imposible.
6- Carnes
No quiere decir que te tengas que despedir de la carne durante todo el tratamiento, aunque es recomendable evitarla al menos justo después de visitar al dentista.
La carne fibrosa puede quedarse atrapada entre los brackets, los trozos grandes pueden ser difíciles de masticar y en más de una ocasión, pueden suponer la rotura de parte de la ortodoncia. Comer carne directamente del hueso como alitas de pollo o costillas es la peor elección posible.
7- Galletas
De nuevo, la dureza de los alimentos marca la diferencia. Como ya sabrás, este tipo de comida suele quedarse adherida a los dientes con bastante facilidad. Si a eso le añadimos una estructura llena de alambres, la limpieza de los dientes se dificulta exponencialmente.
Además, debemos recordar que el azúcar que no logremos retirar de los dientes facilitará la aparición de la caries.
8- Frutos secos y semillas
Nueces, almendras, cacahuetes... son alimentos súper dañinos para nuestra ortodoncia. ¿Recuerdas lo que dijimos sobre los alimentos crujientes? Dada su dureza y su pequeño tamaño, los frutos secos requieren mucho esfuerzo para que podamos comerlos y también dejan muchísimos residuos, convirtiéndose en unos tentempiés nada recomendables.
9- Verduras y frutas con semillas
No hay que ser un lince para darse cuenta. Comer este tipo de alimentos te asegurará 20 minutos de rigurosa limpieza frente al espejo. El problema viene de las innumerables pepitas que terminan enganchadas entre los dientes, y por supuesto, entre los aparatos.