Resulta inevitable que conozcamos a personas con las que no congeniamos a lo largo de nuestra vida. Ya sea tu suegra o uno de tus colegas, en muchas ocasiones te ves obligado a permanecer con personas con las que simplemente no te sientes a gusto.
Nadie es perfecto, ni siquiera tú, por lo que es importante comprender y tratar a los demás. Si limitas tus relaciones sociales y laborales únicamente con quién guardas buena relación, solo te estarás limitando a ti mismo. En lugar de esconderte, trata de cambiar tu perspectiva a la forma en la que lo hacen las personas con éxito, nosotros te ayudamos a que lo consigas.
Allá vamos 1- Acepta que no puedes entenderte con todo el mundo
Por mucho que queramos llevarnos bien con todo el mundo que conozcamos, nunca lo lograremos. El primer paso para tratar con las personas que no congeniamos es aceptar que no podemos llevarnos bien con todo el mundo, y que no hay problema con eso. No significa que seamos mala persona o que ellos lo sean (al menos no en todos los casos).
De acuerdo con la psicóloga Susan Krauss, es probable que tú y la otra persona simplemente no simpaticéis. En algunas ocasiones, nuestros estilos de comportamiento pueden llegar a interponerse entre los de otras personas. Algunos son dominantes, mientras que otros son tímidos. Algunas personas son optimistas y otras se consideran "realistas".
Un trabajo de investigación examinó algo llamado "adaptación reglamentaria", que se podría traducir en: somos mucho más propensos a esforzarnos en cosas que nos gusta hacer. Lo más probable es que no disfrutes al interactuar con personas que no te gustan, y por lo tanto, no pongas mucho esfuerzo. Con el tiempo, esa falta de esfuerzo puede convertirse en desprecio.
2- Trata de mirar de forma positiva lo que dicen los demás
Intenta comprender a la otra persona y piensa que actúa de forma diferente. Los comentarios de tus suegros no tienen por qué significar que no eres inteligente o tu compañero de trabajo puede que en realidad no esté intentando fastidiarte.
Incluso si la persona con la que no congenias se posiciona contra ti a propósito, enfadarte solo te proporcionará sufrimiento y satisfacción a la otra persona. Prueba a darle el beneficio de la duda.
3- Se consciente de tus propias emociones
Es necesario que seamos conscientes de nuestras propias emociones, en última instancia, solo nosotros tenemos el control sobre cómo reaccionamos ante distintas situaciones. La gente sólo nos vuelven locos si nosotros lo permitimos. Así que no dejes que tu ira se descontrole.
Si alguien te está "buscando las cosquillas", reconoce esos sentimientos y déjalos ir sin interactuar con la otra persona. A veces sólo sonreír y asentir bastará.
La clave es tratar a todo el mundo con el mismo nivel de respeto. Eso no significa que debamos estar de acuerdo con las persona que no nos agradan pero si que debemos actuar de forma civilizada y ser educados.
4- No lo tomes como algo personal
A menudo, más que un desacuerdo lo que hay es un malentendido. Si realmente no estás de acuerdo con alguien, intenta verlo desde su perspectiva.
Trata de no reaccionar de forma exagerada porque puedes provocar que la otra persona reaccione de la misma manera y el ambiente se caldee rápidamente. Trate de centrarte en los hechos e ignora las reacciones de la otra persona, no importa lo ridículo o irracional que sean. Concéntrate en el tema, no la persona.
Si necesitas un poco de espacio, búscalo. Tienes el derecho de establecer límites y decidir cuando deseas interactuar con alguien.
5- Expresa tus sentimientos con calma y considera hablar con alguien ajeno a tu problema
Por lo general, la forma en que nos comunicamos es más importante que lo que realmente decimos. Si alguien nos molesta continuamente y nos conduce a problemas más graves, es necesario que hagamos algo, aunque la confrontación no tiene que ser agresiva.
Ser lo más claro posible facilitará que la otra persona capte el mensaje. También tendrán mayor oportunidad de compartir su punto de vista contigo.
Podría ser una buena idea utilizar a otra persona como mediador en estas discusiones porque pueden aportar objetividad a la situación. Puede que no terminéis como amigos pero sí que podáis encontrar una manera de comunicaros y trabajar juntos de manera efectiva.
6- Escoge tus batallas
A veces, lo más correcto puede ser ignorar a la otra persona. No en todos los casos merecen perder nuestro tiempo y prestarles atención. Tenemos que preguntarnos si realmente queremos comprometernos con la persona o si nuestro esfuerzo podría emplearse mejor en seguir adelante con nuestro trabajo o cualquier otra cosa que estemos haciendo.
La mejor manera de averiguar esto es saber si el problema es de carácter situacional. ¿Va a desaparecer en el tiempo, o podría empeorar? Si es lo último, quizás la mejor opción sea emplear energía para intentar arreglar un problema que saldrá a la luz tarde o temprano. Si es sólo una cuestión circunstancial, probablemente lo mejor será no prestarle demasiada atención y seguir adelante.
7- No estés a la defensiva
Si encuentras que alguien te está menospreciando constantemente o centrándose en tus defectos, no piques el anzuelo. Lo peor que puedes hacer es estar a la defensiva, eso sólo les dará más poder.
Si te faltan el respecto, hazte valer. Si quieren que los trates con respeto, también ellos deben ser respetuosos. Los chismes y el acoso en el lugar del trabajo pueden ser un método de juego de poder o una forma de intimidar a los demás para someterlos.
8- Recuerda que está en juego tu propia felicidad
Es cierto que resulta difícil actuar de forma racional cuando alguien te saca de tus casillas constantemente, sin embargo, nunca debes permitir que nadie limite tu felicidad o tu éxito. Si sus comentarios te afectan realmente, pregúntate por qué es así y concéntrate en eso en lugar de escuchar los comentarios de los demás.
¿Qué piensas al respecto? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios! ¡Compártelo con todos tus amigos! Fuente: Thisisinsider Imagen de portada: María Perez para rolloid