A partir de los 11 o 12 años, cuando comenzamos a desarrollarnos, nuestras madres tratan de darnos toda la información necesaria acerca de la menstruación. Nos explican qué es y cómo tenemos que actuar frente a ella para aliviar los dolores y evitar manchar las sábanas o la ropa de sangre.
Las compresas suelen ser la primera opción a la que recurrimos, sin embargo, cuando llega el verano, la mayoría optamos por pasarnos a los tampones debido a que nos permiten bañarnos en la playa y la piscina sin problema.
Seguramente te acuerdes del día en el que usaste tu primer tampón, es algo difícil de olvidar. Una de las cosas que normalmente nos explican nuestras madres, hermanas e incluso los médicos, es que el uso del tampón no es tan seguro como parece.
Ya en las instrucciones avisan que usar tampones puede provocarnos un tipo de infección concreta que, de hecho, es bastante peligrosa. No obstante, siempre aseguran que se da en casos muy puntuales y que no es nada común, por eso no solemos prestarle atención.
Se trata del Síndrome del Shock Tóxico, una infección causada, en la mayoría de las veces, por la bacteria Staphylococcus aureus. Por desgracia, el hecho de que sea poco común no quiere decir que no ocurra.
La cepa Staphylococcus aureus por sí sola es completamente inofensiva, de hecho algunas mujeres ya la tienen en su cuerpo. El motivo por el cual los tampones aumentan la probabilidad de contraer esta infección a partir de esta bacteria es porque su uso interno vaginal prolongado aumenta el crecimiento de ésta.
El tampón impregnado de sangre proporciona un entorno perfecto para que las bacterias crezcan con rapidez y luego ingresen en el torrente sanguíneo.
Por lo general, la infección comienza a manifestarse 72 horas después de que la bacteria comience a atacar el cuerpo. Suele afectar principalmente a las piernas y, si esto ocurre, hay que amputarlas. De hecho, la única manera de evitar la amputación de algún miembro infectado es detectar a tiempo los síntomas.
Estos son los síntomas más comunes del Síndrome del Shock Tóxico:
- Vómito
- Diarrea
- Fiebre alta
- Convulsiones y desmayos
- Salpullido similar al de las quemaduras solares en manos y pies
- Dolor muscular y de cabeza
- Enrojecimiento en los ojos, garganta y boca
Aún así, siempre es mejor prevenir que curar, por lo tanto:
- No uses el tampón más de 8 horas seguidas
- Cámbialo en cuanto notes que está empapado
- Utiliza productos sustitutivos como las compresas o las copas menstruales
Por último, recuerda acudir a tu ginecólogo para asegurarte de que todo sigue funcionando correctamente.
¿Conocías el peligro de utilizar tampones? ¡Cuéntanoslo en los comentarios! ¡Comparte este interesante artículo con todos tus amigos!