Parece que ha llegado el día de "llevar a tu gato al veterinario", sin embargo ellos nunca se mostrarán demasiado entusiasmados con esa idea... ¿Qué deberíamos hacer?
Empieza haciendo algunos "exámenes" de prueba en casa para que tu gato se vaya acostumbrando a que le manoseen, y le examinen distintas partes de su cuerpo. Luego viene el hecho de que se debería acostumbrar al coche: lleva a tu gato en paseos cortos, y poco a poco puedes ir aumentando los recorridos para que se vaya acostumbrando a trayectos más largos, y que no lo asimile únicamente a una visita al veterinario.
Es una buena idea que lleves una toalla que huela a tu casa. Así harás que tu gato esté más tranquilo en la sala de espera del veterinario, o si se tiene que quedar a dormir esa noche en la clínica. Y sobre todo, estate siempre tranquilo, ya que ayudará tanto al doctor como a tu querido gato.