Las vacaciones son para pasar un buen rato y divertirnos, ya sea con nuestras familias o nuestros amigos. Sin embargo, hay veces que las vacaciones no salen según lo previsto ya sea por el tiempo, por problemas en los hoteles, retrasos de vuelos o incluso por culpa de algún extraño.
Eso es lo que le pasó a Georgia Bradley, una chica de Londres que se fue con su novio a Grecia de vacaciones pero no todo salió como esperaban.
Georgia estaba en Creta pasando unos días de relax, alejada de la universidad cuando decidió ir a dar un paseo sola por la playa para disfrutar del paisaje.
Fue entonces cuando dos hombres desconocidos se acercaron a ella intentando entablar conversación. Algo en su interior le dijo a Georgia que no debía de hacerles caso por lo que intentó seguir caminando y alejarse de ellos. Sin embargo no fue tan fácil.
Los dos hombres le dijeron que la invitaban a tomar algo pero ella se negó, no había nadie a su alrededor al que pedir ayuda cuando uno de ellos decidió agarrarla del brazo para obligarla.
Por suerte, un perro callejero apareció de la nada y se colocó a su lado, dio un lametón a su mano y empezó a ladrar a los hombres.
'Me salvó' ha contado Bradley en una entrevista 'tuvo que darse cuenta de que estaba en peligro y vino hacia mi. Cuando volví andando al apartamento me siguió y se quedó con nosotros. Conectamos inmediatamente'.
Decidieron llamarle Pepper y rápidamente se enamoraron de este perrito por sus tiernos ojos, su pelo y sobre todo el amor que les profesaba. Sin embargo, la pareja tenía que volver a Londres tarde o temprano.
El perro les siguió hasta el aeropuerto corriendo detrás del coche todo lo que pudo hasta que finalmente desapareció.
La pareja no podía parar de pensar en Pepper cuando volvieron a casa por lo que tan sólo dos semanas después decidieron volver a Creta para buscarlo y llevarlo a casa. Era realmente complicado ya que al final del día era un perro callejero y podía estar en cualquier parte pero al final Pepper estaba en la misma playa donde se conocieron.
El proceso de adopción fue complicado, ya que no tenía vacunas ni papeles en regla por lo que les llevó unos días conseguir un pasaporte y un billete de avión para llevarlo de vuelta a Londres. Fue justo antes de irse, en un revisión veterinaria cuando descubrieron que Pepper estaba embarazada.
Tan sólo una semana después de llegar a Londres, Pepper dio a luz a seis cachorritos adorables.
La mayoría de la gente compra recuerdos y regalos para los amigos cuando están de viaje, para tener algo que recordar cada día en casa pero Georgia se llevó algo mejor que eso, la compañía y el amor de un nuevo miembro de su familia.
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