Parte del atractivo de realizar un viaje es que no siempre se sabe exactamente lo que está por venir. Seguramente crees conocer el panorama que vas a ver en tu nueva aventura, pero hasta que no llegas a tu destino, no puedes estar realmente seguro.
Y si nunca hubiera sorpresas, ¿Te molestarías en tomar unas vacaciones? Claro, es bueno alejarse de todo, pero también quieras seguramente un poco de sensaciones y aventuras nuevas en tu vida que te hagan escapar de la rutina, ¿Verdad?
Incluso el descanso y el relax debemos tomarlo con algo de moderación, necesitamos experimentar cosas nuevas y excitantes distintas a las que estamos acostumbrados normalmente.
Estos chicos, mientras cruzaban el océano, hicieron un descubrimiento sorprendente, pero luego se dan cuenta de lo cerca que habían estado de poner fin a sus aventuras.
El Maiken se desplazaba a lo largo del océano, cuando por sorpresa apareció una "playa" en medio de la nada.
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Está claro que no podría ser una playa, por supuesto. No tiene demasiado sentido que un banco de arena esté en medio del océano abierto.
Por lo que la tripulación se acercó un poco más con su embarcación para tener una mejor visión del panorama.
La enorme cantidad de arena, vista desde el agua hacia el infinito:
Pero los restos demostraron ser piedra pómez muy fina flotando en la superficie.
Naturalmente, la tripulación del Maiken decidió cruzar a través del campo, dejando una clara estela a través de la piedra.
¿Qué demonios estaba sucediendo? Era realmente misterioso poder ver una gran extensión de piedra pómez en medio de la nada. ¿De dónde podría haber venido?
Descolocados - ¿Y quién no lo estaría? - El Maiken aceleró para librarse de la piedra pómez.
Pero después de haberse librado del extraño campo de piedra pómez, la tripulación del Maiken escuchó un ruido detrás de ellos...
La fuente de la piedra pómez se anunciaba: ¡La erupción de un volcán submarino!
La espectacular erupción empezó a consumir el cielo. Con una vista única, el Maiken se detuvo a observarlo desde una distancia segura.
Mientras flotaban, la tripulación del Maiken se dio cuenta de que estaban viendo algo más que una nube de ceniza.
Delante de sus propios ojos, humo y ceniza salían hacia la superficie. La tierra se estaba empezando a formar.
Las pequeñas espinas de una isla comenzaron a empujar hacia arriba desde el agua.
Sólo para estar seguros de que el horizonte no estaba jugando con sus ojos, el Maiken navegó más cerca.
Era cierto: ¡La tripulación del Maiken estaba presenciando el nacimiento de la isla más joven del mundo!
¡Qué aventura! ¡Solo imagínatelo!
¿Qué habrías hecho tú en su situación? Definitivamente esto es algo que se puede ver pocas veces en la vida... ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!
