En algún lugar en Estonia, en medio de los exuberantes árboles de hojas verdes, el musgo y rodeado del más sereno ambiente natural, podemos encontrar la delicada obra de unos estudiantes de arquitectura, unos megáfonos de dimensiones colosales para oír nada más y nada menos que los sonidos del bosque.
Construidos en madera de forma exquisita, varios de estos dispositivos se asientan alineados en diferente direcciones esperando captar y producir cualquier sonido a su alcance. Gracias a sus dimensiones, los artefactos son los suficientemente grandes como para que un espectador pueda adentrarse en su interior y hacer que todo el bosque escuche su mensaje. ¿Qué te parece?
La búsqueda de la abuela extraviada que se convirtió en un proyecto de cuento de hadas. [the_ad_placement id="social-sharing"]
A pesar de su aspecto rústico y tradicional, estos megáfonos no son artilugios creados por la mano de los vikingos durante una época pasada, se tratan de una obra de arte realizada por unos estudiantes de arquitectura de la Academia Estonia de Arte, que descansa en el entorno natural de Pähni Nature Centre, cerca de la frontera con Letonia.
El proyecto nació a partir del deseo de Valdur Mikita, un hombre que declaró su intención de construir la primera "biblioteca en el bosque" del mundo. Con el deseo de Mikita en mente, los estudiantes se adentraron en la naturaleza para descubrir el verdadero significado de "leer en el bosque", sin embargo, de acuerdo con Hannes Praks, el líder del proyecto, el día destinado a "leer el bosque" se transformó en toda una pesadilla por culpa de una abuela extraviada.
"Durante las etapas iniciales del proyecto los estudiantes se dirigieron al bosque durante unos días para buscar la inspiración de un posible concepto. El seminario fracasó totalmente porque después de medio día de charla, un helicóptero comenzó a sobrevolar la zona y momentos más tarde el bosque estaba lleno de policías. Al parecer, una abuela que había del lugar se había perdido mientras recogía setas, por lo que los estudiantes pasaron el resto del seminario ayudando a la policía a buscar a la anciana perdida."
"Llovía a cántaros. Todos estábamos de mal humor porque la búsqueda no daba resultado. Poco tiempo después descubrimos mediante los medios de comunicación que la abuela perdida había regresado por su propio pie tras pasar más de 24 horas perdida en el bosque."
Praks afirma que el incidente se convirtió en la inspiración que llevaría a sus alumnos a construir este inusual proyecto. Un estudiante llamado Birgit Õigus, reconocido como el autor de los megáfonos, trató de imaginar cómo leer los sonidos del bosque en lugar de palabras escritas en libros físicos.
La forma característica de los megáfonos ayuda recoger el sonido para escucharlo con más precisión, sin embargo, también pueden utilizarse a la inversa para amplificar los sonidos que produce uno mismo. Si se grita en el extremo pequeño del megáfono, cualquier recolector de setas extraviado lo escuchará.
Los estudiantes trabajaron codo a codo con ingenieros acústicos y expertos que pudiesen ayudarles a elegir la ubicación y la dirección de los megáfonos para mejorar la captación de sonido. Praks explica que el proyecto vas más allá de un simple método para jugar con el sonido, se trata de de un proyecto muy contextual que, a pesar de haber sido creado con la ayuda de expertos en sonidos e ingenieros, intenta llegar al alma de los usuarios en un plano más emocional y espiritual.
Los megáfono son capaces de adaptarse a posibles excursionistas que necesiten cierta protección contra los elementos de forma temporal. "Una vez dentro del megáfono, el caminante podrá disfrutar de una amplia y específica vista del bosque, mientras que por el extremo más extremo verá enfocada la silueta de un pequeño arbusto de arándanos", dijo Praks.
Durante la presentación de los megáfonos, las estructuras funcionaron como pequeños escenarios en los que unos músicos pudieron interpretar algunas piezas dirigidas a todo el entorno natural.
Desde la apertura del proyecto, los megáfonos se han convertido en un punto de referencia para cualquier excursionista. ¿Quién no querría descansar en un sitio así?
¡Compártelo con todos tus amigos! Fuente: Artun, Boredpanda