No, no es lo que crees que ves en la imagen. Si piensas que es una mujer con un tatuaje en la espalda, vale, estas en lo cierto, pero realmente hay un paso más. No se trata de una mujer de carne y hueso, sino de un cuadro real y pintado a mano por una gran artista. La polaca Agnieszka Nienartowicz lleva meses engañando a la gente haciéndole creer que sus obras son fotografías, cuando en realidad no lo son.
Su mejor trabajo hasta la fecha es "El jardín de las delicias". Todos piensan que en realidad es una fotografía y que ella ha sido la que ha pintado el tatuaje en la espalda de la chica, pero no. Se trata realmente de una pintura dentro de una pintura, que combina el trabajo de Hieronymus Bosch, un antepasado del Renacimiento del Norte, con una forma de arte de sentimiento contemporáneo, el tatuaje.
"Me gusta ver el mundo precisamente tal y como es", confesó Nienartowicz. "Miro las cosas centrándome en los detalles y se nota en mi pintura. Nunca he tomado algo a la ligera". "Los humanos están llenos de contrastes y contradicciones, quieren hacer el bien y en su lugar hacen el mal", dijo Agnieszka. "El pecado y la voluntad del mal están como inscritos en nuestros seres, escritos dentro de nosotros".
"Quería traducirlo al lenguaje de la pintura. Conecté mis pensamientos y reflexiones con el tríptico de Bosch, que habla de la naturaleza humana. Me encanta esta pintura, es tan extraña y hermosa al mismo tiempo".
"Las obras que elijo, aunque sean solo objetos, me parecen vivas como testigos de los pensamientos de sus autores y los tiempos en el que fueron creados". Agnieszka cree que este punto de vista le ayuda a establecer un diálogo con grandes artistas del pasado.