Seguramente que has visto alguna vez en el centro comercial de tu ciudad o en algún sitio público un bonito piano de cola, que está esperando a que alguien se acerque y comience a pulsar sus teclas. Eso sí, si lo haces has de ser consciente que vas a ser el centro de atención por unos instantes, y cuanta más gente haya, más presión, y los nervios te pueden vencer y acabes tocando una pieza peor de lo que sabes.

Personalmente, para mí un piano público está mal desaprovechado. En primer lugar, la mayoría de las personas que deciden tocarlo no tienen ni idea de música, suelen ser niños que quieren jugar y empiezan a aporrear las teclas sin compasión. Pero de vez en cuando, sí que se acerca algún músico y nos deleita a todos los presentes con su talento, y esto hace que todo valga la pena.

Este piano se encontraba en el aeropuerto de Luqa en Malta. Me apuesto lo que sea a que la mayoría de los pasajeros que frecuentan este aeropuerto ni se habían fijado en él. Pero todo cambió cuando este valiente joven decidió sentarse.

Parecía otro turista más y todo el mundo pensaría que sería otro más que no tenía ni idea de música y que solo quería matar el tiempo hasta que despegara su avión. Pero desde el momento en que empezó a tocar, logró llamar la atención de todas las personas que había en la sala de espera.

Es muy agradable oír música mientras que estás aburrido esperando a que llegue la hora de embarcar, y más si es música en vivo, y con piezas tan sorprendentes cómo las que interpretó este joven de forma espontánea. En el siguiente vídeo puedes deleitarte con su actuación.

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