Un estudio explica por qué nuestro cuerpo podría atacarse a sí mismo poniendo en peligro nuestra salud

Un estudio explica por qué nuestro cuerpo podría atacarse a sí mismo poniendo en peligro nuestra salud

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Una enfermedad autoinmune, también conocida como enfermedad autoinmunitaria, es una enfermedad causada por el sistema inmunitario que ataca las células del propio organismo. En este caso, el sistema inmunitario se convierte en el agresor y ataca y destruye a los propios órganos y tejidos corporales sanos en lugar de protegerlos.

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Este ataque puede tomar la forma de la diabetes tipo 1, la artritis reumatoide, la enfermedad inflamatoria intestinal o el lupus, entre otras. Por lo general, lo que comienza siendo un problema local, con el tiempo termina convirtiéndose en una afección que afecta a todo el cuerpo.

"Una vez que tu cuerpo pierde la tolerancia por sus propios tejidos, se produce una reacción en cadena descontrolada", comentaba el coautor del estudio, Michael Carroll.

La enfermedad engaña al cuerpo para expandir su ataque. En un proceso llamado propagación de epítopos, los autoanticuerpos se van propagando cada vez por más tejidos y órganos, causando nuevos síntomas como dolor en las articulaciones, daño renal y erupciones cutáneas severas.

Merla / Shutterstock
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El estudio se centró en las células B descontroladas. Normalmente estas células producen anticuerpos y programan las células inmunitarias para atacar a los antígenos no deseados (sustancias extrañas), pero los científicos encontraron un "interruptor de anulación" en las células B de ratones, que distorsionó este comportamiento y causó ataques autoinmunes.

Para llevar a cabo la investigación, los autores del estudio examinaron un modelo de ratón con la enfermedad autoinmune del lupus, considerado un tipo arquetípico o clásico de este tipo de padecimiento.

"El lupus es conocido como 'el gran imitador' debido a que la enfermedad puede mostrarse como muchas otras afecciones comunes", decía en un comunicado el autor principal del estudio, Søren Degn.

A fin de rastrear las diferentes células B en el cuerpo, el equipo utilizó lo que se conoce como una técnica de "confeti", donde se obtienen imágenes utilizando proteínas marcadoras fluorescentes. Cuando las células B detectan un cuerpo extraño, se mueven en grupos de acción llamados centros germinales.

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Las células inmunes llamadas células B luchan entre sí para producir el mejor anticuerpo. Aquí, el verde representa las células B que producen el anticuerpo "ganador" y eliminan las células B competidoras (otros colores). CARROLL LAB/BOSTON CHILDREN'S HOSPITAL
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Las imágenes revelaron una guerra microscópica, ya que los diferentes colores luchaban por la dominación y el poder. Los clones de células B luchan entre sí dentro de los centros germinales para que el cuerpo pueda determinar qué anticuerpo es el más adecuado para combatir la amenaza y, en el caso de este estudio, eso significaba que un color de proteína predominaba sobre las demás.

El problema surge cuando el cuerpo identifica incorrectamente una proteína normal como una amenaza. Cuando eso sucede, el proceso de selección de células B produce lo que se conoce como "autoanticuerpos", los cuales resultan muy eficaces para agredir al propio organismo.

Hasta ahora, esto sólo se ha examinado en ratones, pero los investigadores próximamente pretenden examinar cómo se regula y se acelera la producción de estos autoanticuerpos.

science photo / Shutterstock

"Con el tiempo, las células B que inicialmente producen los autoanticuerpos 'ganadores' comienzan a reclutar otras células B para producir autoanticuerpos dañinos adicionales, del mismo modo que las ondas se extienden cuando un único guijarro se deja caer en el agua", dijo Degn.

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Los investigadores se sorprendieron a la vez que se entusiasmaron con sus resultados, pues creen que algún día podría ser de ayuda a la hora de desarrollar nuevos tratamientos.

"Bloquear los centros germinales en mitad de una respuesta autoinmune podría detener el proceso de propagación de los epítopos", dijo Carroll. "Si pudiésemos detener el sistema inmune adaptativo por un tiempo, quizás podríamos hacer que el cuerpo restablezca su respuesta inmune y detenga la autorreactividad".

¡Comparte este hallazgo con todos tus amigos!

Fuente: Mentalfloss, Cell
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