Todos lo miraron con desprecio cuando este hombre entró al restaurante. La reacción de uno de los empleados no tiene precio.

Todos lo miraron con desprecio cuando este hombre entró al restaurante. La reacción de uno de los empleados no tiene precio.

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Todos lo miraron con desprecio cuando este hombre entró al restaurante. La reacción de uno de los empleados no tiene precio. banner
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Un hombre y su joven hija vieron a un "sin techo" entrando a un restaurante. La forma en la que el pobre hombre fue tratado fue toda una lección de vida para la pequeña. Esta historia te conmoverá el corazón, y verás que aún queda fe en la humanidad.

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"Hoy he llevado a mi hija Stella a un Chick-fil-A. Es nuestro lugar preferido para comer y hacer nuestros encuentros padre e hija. Es un lugar limpio y la comida está bastante bien.

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Cuando terminamos de comer, mi hija se fue a jugar con algunos niños para hacerle espacio al postre. Más tarde volvimos al restaurante para tomarnos un helado. Esta vez ella quiso sentarse en una mesa para comerse el cucurucho, algo que normalmente hacemos dentro de mi camioneta. Sinceramente me alegro de haberlo hecho así aquel día.

Nos sentamos justo al lado del lugar donde esperas para rellenar tu bebida. Desde allí tuvimos un asiento de primera fila de la hermosa escena que se daría lugar apenas unos minutos después.

Un viajero sin hogar entró al restaurante y preguntó a los empleados si tenían algo de comida de sobra que pudiesen ofrecerle. Tenía las botas llenas de barro, su pelo estaba enmarañado y su barba no estaba arreglada como cabría esperar. Una señal que hacía visible de que no podía afeitarse siempre que quería como podemos hacer la mayoría de nosotros.

La gente cercana a él mantuvo la distancia, pero él se limitó a ser amable y sonreír. Cruzó algunas palabras con la gente que le había contestado de mala gana, y sonrío mientras esperaba al gerente del local. Todo lo que pude escuchar de su conversación fue que el gerente estaba encantado de ofrecerle una comida recién hecha en lugar de las sobras si el accedía a orar con él.

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Después de que aquel hombre sin hogar mostrase su aprobación, ninguno de los dos perdió el tiempo. Tan pronto como pudo, el gerente se acercó a aquel tipo, se detuvo frente a él, posó su mano sobre el hombre y comenzó a rezar. Se notaba que había amor en aquella oración.

Aquel hombre no era considerado como un fastidio para aquel negocio. Era la razón por la que la tienda había abierto aquella mañana, por la que abre cualquier día. Le pedí a Stella que mirara y ella observó todo muy atenta.

Me di cuenta entonces y ahí que en Chick-fil-A no solo se preocupan de hacer negocio para conseguir beneficios, realmente cuidan de las personas. En una época en que las empresas tratan de ganar una posición en el mercado neutralizando cualquier amenaza, ellos prosperan ayudando a quien más lo necesita.

Me encanta enseñar a mi hija lecciones de la vida como ésta y también estar allí para mirar a otras personas enseñar sus lecciones de vida."

¡Comparte esta historia con todos tus amigos!

Fuente: Hrtwarming
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