Este debe ser el chimpancé más solitario del mundo, y todo lo que quiere es tener un amigo.
Ponso, un chimpancé de 40 años, fue abandonado en una isla deshabitada próxima a Costa de Marfil hace más de 30 años, cuando dejó de ser explotado por unos científicos para realizar estudios médicos. Todos sus compañeros murieron, incluidas sus dos crías…
El animal vive actualmente en soledad en una pequeña isla donde no existen fuentes de agua ni comida. Él sobrevive gracias a la amabilidad de una persona que vive en un pueblo cercano llamado Germain, quien le lleva bananas y pan desde que fue abandonado sentenciándolo a una muerte asegurada.
Pero a pesar del maltrato que ha sufrido por parte de las personas, el chimpancé acoge de forma cariñosa a sus visitantes.
Recientemente fue visitado por Estelle Raballand, directora del Centro de Conservación de Chimpancés, y Ponso no pudo estar más contento de recibir a una cara conocida.