Seguramente, en varias ocasiones, has abierto el armario para hacer tu desayuno favorito, ¡y te has dado cuenta de que los últimos granos de azúcar moreno se han agotado! Algo que te fastidia todo lo que tenías planeado.
Bueno, aquí está la solución más simple: ¡Haz tu propio azúcar moreno!
El azúcar moreno realmente es azúcar blanco sin que la melaza haya sido refinada. Así que coge tu propia batidora, agrega la melaza de nuevo y, ¡BAM!, allí lo tienes, azúcar moreno una vez más.
Pon 1 taza de azúcar y 2 cucharadas de melaza juntos y mézclalo bien. El azúcar se mezcla en la batidora y seguirá siendo equivalente a 1 taza si lo aprietas hacia abajo.
¿Has visto qué fácil? Nunca volverás a preocuparte por el azúcar moreno con este truco, siempre y cuando tengas lo necesario para hacerlo. Pero de todos modos, siempre te vendrá bien para sacarte de un apuro.